La Paz: balance 2014

La Paz transcurrió el 2014 sin significativas inversiones en lo económico, aunque con un relativo mejoramiento en el problema del transporte. Lo anterior forma parte de la tradición de olvido de los poderes del Estado hacia el desarrollo de esta parte del país, no obstante ser el departamento más poblado del país hasta el momento. La verdad es que La Paz no tiene proyectos de importancia por parte del Gobierno Central y tampoco de la gobernación. Si la gestión del gobernador César Cocarico fue administrativamente rutinaria, no se sabe qué se podrá esperar de la futura gobernación, pese a las buenas intenciones que pueda alentar. Así los próximos 5 años no se ofrecen prometedores para este departamento.

Veamos algunos emprendimientos de los que se habla hace mucho tiempo. El complejo azucarero de San Buenaventura sumido en el silencio, sus ejecutivos acaban de revelar un avance importante en sus instalaciones. Con ser éstas de caracteres enormes junto a labores de siembra de caña, desde ahora se vislumbra una serie de problemas que pueden conflictuar su desenvolvimiento. Encontrándose a enorme distancia, en el límite entre La Paz y el Beni, la falta de una vía transitable se anota en primer lugar. La carretera Caranavi - Quiquebey (Beni) se abre lentamente en varios años y la difícil topografía no garantiza una comunicación ininterrumpida año redondo. El río Beni es otro serio obstáculo, mientras se oponen triunfalmente a la construcción del puente Rurrenabaque - San Buenaventura, las ONGs ambientalistas, incluido el Sernap (estatal a medias) y las autoridades de Rurrenabaque. La gobernación se vio impotente frente a tan compacta oposición.

Por otra parte, la región carece de población suficiente para cubrir la mano de obra y la logística del Complejo, al paso que el trasplante de brazos del Altiplano no es tarea sencilla, empezando por el costo adicional. El Complejo Azucarero es una empresa estatal y sus expectativas económicas nada tendrán que ver con el departamento. Nadie sabe para cuándo se prevé su funcionamiento.

El proyecto de hidrocarburos de Lliquimuni también cuenta muchos años de espera. Antes de fin del 2014, el presidente Evo Morales asistió al inicio de la perforación y se cree que en diciembre de 2015 se conocerá si existe o no petróleo. Los ejecutivos reconocen que algunos trabajos empezaron el 2009. Asimismo, transcurren 6 años desde que YPFB alquiló de Venezuela un taladro bajo una elevada obligación mensual. Este equipo estaba destinado a Lliquimuni, sin embargo, parece haber sido derivado a Santa Cruz. En las presentes circunstancias no se puede acertar a saber si es un taladro nuevo -como se dice- o se trata del que fuera alquilado.

En el campo de Lliquimuni, el primer mandatario atribuyó los retrasos, por su orden, a la inexistencia de caminos, a las lluvias, cuya temporada vemos iniciarse recién. No eximió de culpa a las comunidades indígenas del lugar por temas ecológicos y ambientales y lamentó que estos trámites insuman 3 años o más en perjuicio del desarrollo, debido a intereses generalmente creados. Preocupa que la estatal petrolera boliviana se asocie con PDVESA, habida cuenta que en Venezuela amenaza el colapso por supuesto inadecuado manejo.

El 2014 La Paz vio con simpatía el funcionamiento de “Mi teleférico”, empero, hablando en oro, no aporta a la economía citadina paceña (es estatal). La doble vía La Paz-Oruro es otra obra inconclusa a lo largo de varios años. Como de costumbre La Paz no tiene mucho que celebrar.