Naciones Unidas, (EFE).- El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó ayer enérgicamente el ataque contra una boda en Afganistán, en el que fallecieron 25 personas y 45 resultaron heridas víctimas de un misil, atribuido a militares afganos.
El máximo responsable de la ONU ha solicitado al Gobierno afgano una “investigación completa” sobre el incidente ocurrido el 31 de diciembre en la provincia de Halmand, en el sur del país.
Naciones Unidas y los talibanes acusaron ayer al Ejército afgano del ataque, que se produjo a última hora de la tarde en el distrito de Sangin, cuando los asistentes a la fiesta celebraban el primero de los dos días de la boda, destinado sobre todo a las mujeres.