La diplomacia política del país no es coherente con la realidad. Mientras recurrimos a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para lograr nuestra salida al océano Pacífico, no se apoya esa demanda con medidas prácticas, útiles y funcionales. Por ello nos toca iniciar la apertura de la red vial fundamental, que se refiere específicamente a la construcción de la carretera La Paz – Viacha – Tacna.
En la década de 1870, antes de la Guerra del Pacífico, hombres visionarios, patriotas de verdad, propusieron la construcción del Ferrocarril La Paz-Tacna. Ya habían tomado la previsión de cuidarse de la avaricia del vecino, que había invadido Mejillones, una parte del Litoral boliviano. Recordar la historia causa tristeza, pero si hubiera existido esa ferrovía, no hubiéramos sido intimidados ni avasallados con el Tratado de “paz y amistad” de 1904, en el que impusieron “En adelante los productos chilenos se internarán a Bolivia libres de todo derecho aduanero”.
Ahora, es preciso e imprescindible la construcción total de la carretera La Paz – Viacha – Tacna. A más de 3 años de haber sido proyectada, sólo han sido asfaltados 20 kilómetros, en el tramo Viacha-Capiri. Esa vía debería ser de prioridad estratégica, por su importancia vital para la subsistencia normal del país. En los puertos detentados por Chile, las cargas de importación y exportación, llevadas por los transportistas bolivianos, son movilizadas con grandes retardos de tiempo, y humillaciones de toda índole.
Necesitamos pedir a los hermanos peruanos el eventual uso de su proyectado megapuerto de Tacna, de los puertos de Ilo, y Matarani, de Mollendo conocemos que era solventemente utilizado por el transporte del Ferrocarril Guaqui-La Paz. Su inscripción anotaba: “La vía más corta al Pacífico”. Esos trenes corrían hasta en horario de 24 horas, atendiendo con solvencia y rapidez el transporte de importación y exportación, agregados los minerales de Oruro y Potosí.
Durante la Guerra del Chaco, cuando Chile cerró los puertos de Arica y Antofagasta, el Ferrocarril La Paz – Guaqui – Puno – Mollendo cumplió con todo el abastecimiento para el ejército boliviano. Entre tanta prepotencia y abusos también habían sido embargados los minerales que fueron producto de la nacionalización de 1952.
Al final, cuando desmantelaron y destruyeron esa vía férrea, nos encontramos supeditados y atenazados a los designios del usurpador.
Los mismos habitantes del pueblo y puerto de Guaqui, de la provincia Ingavi, han quedado inermes, abandonan sus lares para emigrar al exterior, por falta de ocupación y trabajo.
Otra opción para librarnos de la dependencia chilena es el proyecto binacional del Ferrocarril Puno – Arequipa – Mollendo – Matarani. Ojalá los gobernantes piensen de verdad en la Patria amada, pues tenemos que resguardar los intereses sagrados de Bolivia y su seguridad.
Una reflexión: en vez de tanto ajetreo electoral, que los gobernantes –mejor todos los políticos- visiten la carretera inconclusa “Héroes del Pacífico”, las pampas de Machaca que en el pasado los Colorados de Bolivia recorrieran a pie durante 12 o 13 días, para defender la integridad de la Patria.
¡Bolivia, escucha el llamado del Mar!
Finalmente, expresamos un profundo agradecimiento a medios de comunicación como EL DIARIO y Radio Panamericana por su constante apoyo y aliento a nuestra reivindicación marítima. ¡Éxitos y felicidades en el año 2015!
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |