En fechas como la Navidad, Reyes, existen días en que Rafael Gonzáles con alguno de sus familiares prácticamente no descansa, pues debe entregar a tiempo el trabajo prometido, a riesgo de enojar a sus ocasionales clientes que en grupo atisban minuciosamente todos los recovecos del taller donde esperan descubrir al santo de su devoción.
Lo mismo sucede en festividades de la Virgen de Urkupiña, de la Patrona de Copacabana. Cuenta que “la imagen que las familias traen año redondo para su restauración es el Tata Santiago, “que celebra su fiesta el 25 de julio, aquí desfilan desde antiguos, nuevos, es gente muy devota”, añade.
En la destreza de las manos de la familia Gonzales está la solución de las roturas que sufrieron los santos de forma repentina o misteriosa en muchos casos o por el paso del tiempo las imágenes religiosas suelen perder su solidez. En la ciudad de La Paz cada vez se hace más complicado y difícil encontrar restauradores y talleres como los de la familia Gonzáles.
VALORES RELIGIOSOS
Gonzales aseguró que aunque algunas personas prefieren “comprar” una imagen nueva antes de realizar una restauración por el costo económico, existen creyentes que respetuosos de su tradición familiar y sin considerar a veces el costo de la restauración optan por sus servicios para conservar lo que ellos consideran una “reliquia”.
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