Terrorismo contra el humor periodístico

El periodismo en el mundo está de duelo por la masacre terrorista de una parte del personal del semanario humorístico “Charlie Hebdo”, de París, Francia. La intolerancia sangrienta provino de un grupo del extremismo islamista (no islámico).

La diferencia de utilizar el término islamista y no islámico se explica porque los primeros son grupos o individuos que toman como pretexto la fe que profesa la mayoría de los pueblos árabes, para asesinar y atentar contra el orden público. Los islámicos o musulmanes son pacíficos, respetuosos de la convivencia social y religiosa.

Aunque en mucha menor medida, pero con iguales características de terror, se produjo en Nueva York la destrucción de las gigantescas torres gemelas de Central Park, estrellando contra ellas aviones secuestrados y tripulados por islamistas fanáticos.

La matanza fue monstruosa, las víctimas ascendieron a más de 3.000 personas inocentes, que trabajan rutinariamente en las múltiples oficinas de aquellas edificaciones. Los terroristas presumiblemente las identificaban como el símbolo del capitalismo occidental.

Para los islamistas, el supuesto delito que cometía el semanario parisino era publicar contra Muhammad (mal pronunciado Mahoma en castellano), caricaturas o textos de burla y sarcasmo. En su criminal y primitiva mentalidad no cabe el pluralismo, menos la libertad de expresión.

¿Cuál es la razón para que “Charlie Hebdo” tenga cierta fijación para emplear el sarcasmo contra los musulmanes? Se origina en el hecho de que Francia y otros países europeos se sienten invadidos por la inmigración árabe.

Pero los islamistas van más allá. Tratan de avasallar a otras religiones, con mayor énfasis a la católica, pese a que su profeta Muhammad tenía a Dios como su mayor divinidad.

Hace unas semanas, hubo en París una manifestación contra ese intento. La demostración resultó más patética, porque parte de los participantes lo hizo de rodillas. La televisión difundió el suceso, en forma de video.

Los dirigentes de la marcha anunciaron, al concluir ésta, que todas las iglesias de París tocarían sus campanas tres veces al día, para demostrar que la mayor parte de la población francesa es católica.

En un artículo que publicó en EL DIARIO el señor Marcelo Urquidi Moore, titulado “La musulmanización de occidente”, el 14 de marzo de 2013, refiere que “En Francia el promedio de hijos en familias musulmanas es de 8,1 contra el 1,8 de las nacionales”.

Agrega “Actualmente, el 30% de niños entre 0 y 20 años es musulmán y en las ciudades grandes, como París o Marsella, el promedio llega al 45%. Se calcula que en el 2027 uno de cada cinco franceses será musulmán y los analistas suponen que en 39 años más, Francia será una República islámica y en Alemania calculan que para el 2050 será también una República islámica”.

Urquidi anota que al 2013 había 52 millones de musulmanes en Europa y, según el Gobierno alemán, en 20 años este número se duplicará”.

Expresa igualmente el autor del artículo que “En los últimos 30 años, en Inglaterra la población musulmana pasó de 82.000 a 2,1 millones, o sea que aumentó 36 veces. En Holanda, el 50% de los recién nacidos es de musulmanes y con este ritmo en 15 años más la mitad de la población holandesa será musulmana. En Rusia hay 23 millones de musulmanes; en pocos años más, el 40% del ejército ruso será musulmán. Para el 2025 se calcula que la mitad de los niños nacidos en Europa serán de origen musulmán”.

Antes de la masacre en el semanario parisino, se realizó también en Londres una marcha de musulmanes vociferantes, portando carteles, escritos en inglés, algunos de ellos expresaban: “Muera Occidente”, “Los musulmanes son los amos del mundo” y otros de parecido contenido.

La marcha fue conocida fuera de Inglaterra por la televisión internacional. Al interior de este país, según lo que informaban los videos, ningún medio de comunicación se atrevió a referir lo ocurrido en sus calles, aparentemente por temor a sufrir represalias terroristas. O sea, lo que pasó en el semanario de París.

La BBC de Londres, el último martes 10, se empeñó en explicar el “Por qué causan tanta ofensa las caricaturas del profeta Mahoma”.

“Para los musulmanes –dice- el profeta Muhammad (la Paz y las Bendiciones sean con él) es el ejemplo a seguir. Su vida y sus enseñanzas constituyen, junto con el Corán, la principal fuente (religiosa) del Islam.”

Añade que por ello, algún ataque u ofensa en contra de los musulmanes, es asumida como dirigidas a su profeta. Pero ese amor dirigido hacia él, como exigencia religiosa, se traduce en el propio Islam en la exigencia de seguir y vivir de acuerdo con su ejemplo”.

Muhammad nació en Arabia en el año 570dC. En la Historia del Islam se pone de manifiesto que tuvo una infancia bastante desventurada, pues su padre murió antes de nacer él y su madre falleció también a los pocos años. Fue criado por una nodriza beduina. Cuando tenía 40 años se le apareció el Arcángel Gabriel, que de acuerdo con la historia del Islam, le conminó a mantenerse fiel a unos nuevos principios religiosos.

Convertido en Profeta empezó a realizar sus prédicas, las que sus escribas recogieron cuanto decía; de esta forma se elaboró el Corán, algo equivalente al viejo Testamento o a la Biblia católica. Entre sus prédicas, condenó la idolatría, el politeísmo y el ateísmo.

El Cap.2, verso 136, del Corán, manifiesta: “Diles (Muhammad): Creemos en Dios, en cuanto nos ha sido revelado, y en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las tribus; y en lo que fue concedido a Moisés y Jesús, y en lo que fue dado a los profetas por su Señor; no hacemos distingos entre ninguno de ellos y seguiremos a Él sometidos (los musulmanes)”.

Según la BBC, Omer El hamdoon, presidente de la Asociación Musulmana del Reino Unido, declaró: “El profeta del Islam es considerado lo mejor de la creación de Dios, el mejor hombre que caminó sobre la Tierra, el ejemplo a seguir. Para muchos es más importante que sí mismos. Muchos musulmanes aceptarían que se burlen de sus familias, pero que no ridiculicen al Profeta”.

De su parte, Mohamed Said Alilech, presidente de la Asociación de Jóvenes Musulmanes de España, dijo a la BBC, entre otros conceptos, que “Hay gente que quiere justificar su radicalismo y fanatismo y busca cualquier motivo para justificar ese tipo de actitudes inhumanas. El Islam no llama a matar, incluso ante una ofensa, ante un insulto, nunca la reacción debe ser esa, porque el mismo Profeta no lo hacía. Le hicieron de todo (en vida), pero nunca él mató a nadie por haberle insultado, sino todo lo contrario, los trataba bien y se sorprendían los mismos que le insultaban por la reacción tan serena que tenía”. Destacó también que “…el profeta es tan sagrado porque es la figura más grande del Islam, es el mensajero de Dios…”.