Cambio climático afecta reservas de agua

El retroceso de los glaciares que se acelera rápidamente, debido al calentamiento global, supone una grave amenaza para las posibilidades de acceso al agua natural, así como la pérdida de especies de flora y fauna en Bolivia.

IMPACTO

El científico, Humberto Gómes, directivo de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) con sede en Santa Cruz, dijo recientemente que en los últimos cincuenta años en Bolivia se incrementó la temperatura en 0.5 grados, lo que ha comenzado a tener consecuencias en las actividades agrícolas y de subsistencia en poblaciones altiplánicas y de la Amazonía que se aprestan nuevamente a sufrir los embates de las aguas.

Según dos estudios de la Organización No Gubernamental Reacción Climática y la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) los cambios climáticos amenazan hasta el año 2030 a los glaciares andinos en Bolivia que están por debajo de 5.400 metros de altitud.

Los estudios coinciden en señalar que las consecuencias del calentamiento global en la parte andina de Bolivia podrían generar graves consecuencias de abastecimiento de agua en las ciudades de La Paz y El Alto. El estudio confirma las apreciaciones de la FAN.

VULNERABILIDAD

De acuerdo a los datos registrados por ambas instituciones ambientalistas la mayoría de los glaciares del mundo se encuentran en las montañas del Perú (70%), Bolivia (20%) y Ecuador (4%). Debido a su latitud geográfica, este tipo de glaciares son particularmente vulnerables a los cambios climáticos.

De acuerdo a un informe de Lidema los cambios climáticos amenazan seriamente a tres glaciares de la Cordillera Real: Chacaltaya, Tuni Condorini e Illimani, en la parte andina boliviana, que anualmente se encuentran en pleno retroceso y se prevé que antes de 2030 hayan desaparecido por completo.

De acuerdo al informe estos nevados ubicados en el departamento de La Paz están desapareciendo y pese a la existencia de lluvias, no se recuperarán como glaciares. Prácticamente se encuentran en una tendencia irreversible que complicará a la provisión de agua natural, por la subida de temperatura en la región.

AGUA DULCE

La provisión de aguadulce es uno de los temas más preocupantes, debido a que los glaciares representan un 20 por ciento del volumen del líquido elemento que se consume en los centros urbanos.

Para las comunidades del área rural, la escasez de agua producto del deshielo afectará su producción agrícola con más intensidad e incluso su subsistencia. Otro indicador de este cambio será la desaparición de algunas especies animales y vegetales.

CHACALTAYA

Un fenómeno referencial es el nevado de Chacaltaya que hace 20 años tenía un kilómetro y medio de hielo, y actualmente esa superficie se ha reducido a 50 metros cuadrados, con lo que perdió su capacidad de abastecimiento de agua.

ILLIMANI

En el caso del Illimani, se estima que en los últimos 50 años ha perdido entre un 40 a 50 por ciento de su masa de hielo, proceso que se intensifica con la falta de lluvias en la zona.

VARIACIÓN CLIMÁTICA

En opinión del glaciólogo e investigador Bernard Francou, el retroceso de los grandes glaciares de Los Andes Tropicales, depende de la variabilidad climática que se experimentará con los fenómenos de El Niño y La Niña en la región y particularmente en Bolivia.

Francou estudió durante décadas varios glaciares de Los Andes y el mundo, y en uno de sus análisis señala que si bien, todos los glaciares de Los Andes empezaron a retroceder de manera dramática desde los años 80, no todos disminuyen a la misma velocidad.