La expiración de Maduro

Venezuela, dice la noticia, tiene víveres sólo para 45 días. Es decir que una semana después del domingo de Tentación, Nicolás Maduro tendrá que partir. Su gestión tiene fecha de expiración.

Otros gobiernos y otros gobernantes han sido más previsores. Manejan economías que tienen doble fondo. Si la economía de las materias primas falla, acuden a la otra, la sumergida, la que nunca falla y para la cual lo único que se debe hacer es ponerle unos paños fríos a la conciencia. Y así garantizan que haya una constante “demanda interna”. No importa de qué color es la plata; lo que importa es que genere demanda. Hasta los organismos internacionales te felicitan.

Pero Maduro apostó todo a una casilla. No tiene economía de auxilio, como tienen los gobiernos previsores. Y tendrá que partir cuando se hayan agotado los víveres que quedan.

Si no se fuera, sabe que tendría que enfrentar un problema más difícil que el de la señora Cristina de Kirchner. Cuando en Bolivia estemos asistiendo a las elecciones (de alguna manera hay que llamarlas) del 29 de marzo, Venezuela debe pagar 11.000 millones de dólares solamente por intereses de la deuda externa. Los chinos le han dicho que no le pueden prestar ese dinero.

Venezuela necesita que el precio del petróleo esté en, por lo menos 115 dólares el barril, pero todo indica que el precio actual, de 46 dólares, se ha de mantener, con suerte, o bajar hasta menos de 40, durante todo este año. La perspectiva es que comience a mejorar, poco a poco, el próximo año para llegar, con la ayuda de Dios y Alá, a los 60 dólares.

La Energy Information Administration (EIA) de Estados Unidos dijo que la producción de shale oil comenzará a disminuir a partir de junio, como efecto del precio tan bajo, pero ni siquiera esa noticia ha hecho que el precio del crudo suba un poco.

Y el panorama del oro negro está realmente de ese color: en el salón del automóvil de Detroit y en todos los lugares donde se exhiben los vehículos que se usarán a partir de la próxima década, no se muestra ni uno solo que necesite gasolina, ni gas natural.

¿Cómo se puede construir el socialismo del Siglo XXI con estas cotizaciones del petróleo, y sin haber previsto realidades alternativas? Maduro se irá sin saber las respuestas.

Vacaflor.obolog.com