Nuevo filme de Amy Hesketh

En alas de su lanzamiento limitado en Estados Unidos y Europa, Olalla, constituye la cuarta pelicula de la norteamericana, radicada en Bolivia, Amy Hesketh (Sirwiñakuy, Barbazul), cinta que llega a las pantallas bolivianas el 29 de enero, en el Multicine y la Cinemateca Boliviana en La Paz y Cinemark, en Santa Cruz.

Olalla está basada en el cuento homónimo, de tradición gótica, de Robert Louis Stevenson que cuenta la historia de una familia de vampiros genéticos donde el incesto los ha corrompido hasta el punto de su destrucción. Hesketh toma la historia a partir del momento donde la narración de Stevenson termina.

Esta dramática producción cuenta con la participación en los papeles principales de Amy Hesketh en el papel de Olalla, madre e hija, Jac Avila y Alejandro Loayza en el papel de Felipe con 100 años de diferencia, Mila Joya en el papel de Ofelia, la hermana de Olalla. Roberto Lopez L. Fermin Nuñez y Maria Esther Arteaga ocupan el lugar de los tíos ancestrales, Cristian Del Rio y Luis Almanza son los cautivos enamorados de las Olallas. Pablo Paravicini es el novio víctima, Rosario Huanca y Valeria Huanca son Ofelia y Olalla de niñas, hijas de la primera, trágica Olalla, Rhobess Pierre es el cura de la aldea, Eric Calancha es el líder que incita a los aldeanos y Erix Antoine es Bruno, el primo gay de Olalla, cuya función, principlamente parece ser el bienestar de todos.

El equipo técnico lo encabeza Jac Avila quien tomó a su cargo la producción de la película. Miguel Inti Canedo nuevamente funge como director de fotografía, Rodrigo León León se hizo cargo de la grabación del sonido.

Tomas Cazalas y Juan Manuel Perez del colectivo audio visual Elástico, en La Paz, grabaron la música e hicieron la mezcla de sonido de la película. La música es, en su mayor parte, compuesta e interpretada por Cristian Del Rio.

El financiamiento de la película fue hecha con recursos propios de Pachamama Films y fondos obtenidos en una campaña social por IndieGoGo.

Las escenas contemporáneas de la película fueron rodadas en la ciudad de La Paz, en una casona familiar de la calle Indaburo, y en los estudios de Pachamama Films en Miraflores. Para las escenas de 1880 se escogió el Hotel Museo de Cayara, en Potosí.