Por inundaciones
Gobernador y Alcalde expresan preocupación y envían maquinaria.
Oruro (EL DIARIO).- Los vecinos de la zona norte de la ciudad de Oruro intensificaron ayer el bloqueo de la carretera Oruro-La Paz, a pesar del control policial que se registró durante dos días, como consecuencia de las inundaciones que se registraron por el desborde del río Paria.
El vecino, Alejandro Santos Mamani, dijo que durante un año, “no se ha hecho nada para mantener el curso del río y se ha esperado este momento, para hacer algo, cuando las casas están inundadas y cuando hay problemas para miles de habitantes de la zona norte”.
Expresó que, no solamente existen inundaciones en el Plan 3.000, de la zona norte, sino también en los barrios de Huajara, Dios es Amor, donde viven miles de personas que están soportando las inclemencias del tiempo y ahora, las autoridades recién empiezan a movilizarse y a querer de hacernos retirar de este bloqueo.
El alcalde municipal, Juan José Ramírez, dijo que, con carácter de emergencia, se ha dispuesto personal y maquinaria pesada, en coordinación con el gobernador Santos Tito Veliz, para tratar de encausar las aguas del río Paria, que debían recorrer en forma normal el curso, con destino al río Desaguadero, pasando por un lado de la urbanización La Aurora.
Los vecinos de la urbanización La Aurora también expresaron su alarma, porque el río ha destruido los defensivos que se habían construido hace varios años y está ocasionando desesperación, por temor a que las aguas afecten también a las casas de ese barrio.
Los policías que fueron apostados en el lugar esperaron que las autoridades dialoguen con los vecinos y encuentren una solución al respecto. Mientras tanto, se permitió el paso de buses y vehículos particulares, con destino a La Paz, aunque otros conductores de buses prefirieron utilizar el desvío por Caihuasi, para llegar a Caracollo y continuar el viaje a la sede de gobierno.
El vecino de la urbanización Dios es Amor, Claudio Marza, dijo que las casas “están en medio del agua, como todos los años, ya que no hay ninguna posibilidad de desague, sino la utilización de relleno que permita salir de ese lugar, con destino a las actividades cotidianas”.
Pidió auxilio a las autoridades municipales y a los periodistas, para que verifiquen las condiciones en que se encuentran las casas.
Marza dijo que en el barrio existen por lo menos 400 casas, con cimientos elevados, pero aún así, “persisten los problemas, porque no se puede salir de las casas, sino utilizando barcazas, palos y troncos”.
Lamentó que los técnicos y autoridades municipales “no se preocupen de los barrios periféricos de la ciudad, durante los doce meses del año, y solamente aparecen cuando hay inundaciones”.
Agregó: “No se toman previsiones de ninguna naturaleza. Las inundaciones son constantes, porque estamos cerca del lago Uru Uru, en la zona Sur de la ciudad”.
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