Montevideo, (EFE).- Un multitudinario desfile de color, ritmo y desenfado sirvió, el jueves, de arranque oficial de la fiesta más importante de Uruguay, su ecléctico carnaval, conocido como el “más largo del mundo” y conformado por una singular receta folklórica que envuelve y hermana tradiciones españolas, africanas y brasileñas.
La céntrica avenida 18 de julio de Montevideo cambió el tradicional y denso tráfico diario de los automóviles por el de los humoristas, parodistas, revistas, murgas y las agrupaciones de negros y lubolos (blancos pintados de negro), que recorrieron por orden el kilómetro y medio del desfile, cantando y bailando.