El cambio en las Fuerzas Armadas

La continuidad del sistema de gobierno es un hecho irreversible, por lo que los bolivianos esperamos que pueda solucionar la crisis económica que posiblemente vendrá. Es necesario dejar a un lado las sonrisas irónicas de algunas autoridades, que se apoyan en las reservas monetarias. Esa idea no corresponde a un sistema económico en auge, ojalá se aplique seriamente el cambio.

En esta nota me refiero a las Fuerzas Armadas, que son el orgullo de los bolivianos y de la sociedad; su formación se inicia con el nacimiento de la República. Los institutos de enseñanza en la actualidad desarrollan estudios específicos para dar cumplimiento a las normas para las que fueron creadas, la instrucción militar y la educación que se desarrolla a nivel especial.

Ahora bien, se produjo como norma dentro de los reglamentos el cambio del Alto Mando Militar en las FFAA. La renovación del mando debe dar la oportunidad de que todos piensen que el mismo sea una forma de dar a la institución castrense su ubicación real, acorde con los principios básicos, aplicando sus leyes y reglamentos. Eso es lo que se espera para recuperar el prestigio que siempre ha tenido, poniendo por delante la subordinación, que en ningún momento signifique humillación. Sólo debe referirse al acatamiento disciplinario de las funciones específicas para las cuales fueron creadas y la defensa de la democracia en el país.

Pero muchos han confundido esas normas disciplinarias con el servilismo, esperando las órdenes superiores para cumplir las mismas, sean cuales fueren, en forma religiosa (esta es una forma de expresión), pese a que en Bolivia el caso religioso ha quedado desvirtuado en virtud de la nueva Constitución, ya que la religión, en otras palabras, es voluntaria, por ser un Estado laico.

El servilismo ha tenido mucho que ver en la formación de algunas entidades propias del ente militar, que dicho sea de paso ha servido para destruir la conformación, por ejemplo, de su seguro social militar, que en la fecha está sujeto a un parcial desprendimiento de uno de su principal régimen, actualmente manejado por las Administradoras de Fondos de Pensiones. Y seguramente, según publicaciones, será parte de la gestora que está dentro de la Ley de Pensiones Nº 065, que ahondará la idea de que los otros regímenes sean parte de un sistema nacional, dividiendo en forma total el origen de creación que, en el Decreto Ley Nº 11.901, señalaba plena autonomía del sistema social militar.

¿Por qué me refiero a este punto?, porque, sensiblemente, hubo servilismo y nunca se pudo defender la Ley Orgánica de las FFAA (LOFA). Es importante recordar que en muchas publicaciones hice notar cómo ciertos comandantes han aceptado una serie de modificaciones sobre la autonomía de su organización. Para ser más concreto, no solamente he defendido la seguridad social como fue creada, mis publicaciones y proyectos de ley han sido realizados desde 1993, cuando se iniciaban los primeros estudios para ingresar a la capitalización individual, a lo que se prestaron negativamente los comandantes de la época.

Por esto doy algunas orientaciones respecto a mi lucha en defensa de los trabajadores en general y en especial de las FFAA. Por ejemplo, el 3 de agosto de 1997 publiqué ‘’Un decreto impuesto verticalmente’’; 17 de agosto de 1997, “Atentado contra la Seguridad Nacional”; 10 de abril de 2006, “¿Traición a la patria las FFAA?” y muchas otras publicaciones y estudios que muestran una realidad sobre su seguro social. Pero siempre existen oídos sordos y quienes no quieren darse cuenta de la realidad.

El Alto Mando no sólo debe proteger al sector activo en todos sus niveles, también al sector pasivo, que desde hace mucho tiempo reclama por sus derechos. La UMSP ha recurrido a esos mandos sin tener algún resultado, creo que sería oportuno ubicarse en disposiciones legales, como el Decreto Supremo Nº 24.668, que en su artículo 9no. se refiere a un soporte del 5%, para la nivelación de las jubilaciones cuando cumplan 35 años de servicio, y que por analogía debe servir para el sector pasivo.

Estas consideraciones deben ser entendidas en su cabalidad para que los jubilados no estén recurriendo a otros niveles, donde sólo reciben negativas. Es urgente que el cambio sirva para realizar reformas correctas y justas a favor de todos.