Blooming cede dos puntos de local

Blooming recibió una ingrata sorpresa anoche cuando la victoria, que parecía asegurada, se alejó de su lado y sólo llegó a sumar un punto tras igualar con Universitario de Pando (1-1), en el estadio Ramón Aguilera Costas.

Cuando transcurre la segunda fecha del torneo de la Liga, Blooming cedió puntos en condición de local ante un oponente que era considerado accesible porque está peleando por salir de la zona del descenso.

Los celestes abrieron la cuenta a sólo tres minutos de iniciadas las acciones mediante Martín Minadevino, cuyo remate de zurda chocó en la parte interior del travesaño e ingresó al arco. El elenco cruceño, dirigido por Erwin Sánchez, recibió este tanto y le resultó difícil ampliar la cuenta en el transcurso de los restantes minutos. Después de la llegada del gol de los locales todo apuntaba a que la “U” pasaría una mala jornada en Santa Cruz, pero sucedió todo lo contrario porque cerca de la media hora, Universitario marcó la igualdad con un golpe de cabeza de Fernando Taborga (31´), quien alcanzó a desviar la trayectoria de la pelota ante un centro de Adrián Cuéllar. Esa fue la segunda llegada peligrosa del Jaguar en todo el primer tiempo. En la segunda etapa quiso repetir la historia, pero le resultó más difícil hacer el desdoblamiento de defensa a ataque porque tenía encima toda la fuerza de Blooming y tuvo que defender su pórtico como pudo, incluso el arquero Melgar hacía un esfuerzo adicional por el golpe que recibió en la cabeza y que le produjo cuatro centímetros de corte.

El cuadro de Sánchez no pudo contra esta actitud de la “U”.

La “U” aguantaba como podía los ataques, en esta faena perdió a Manolo López (89´) por expulsión y con diez jugadores protegió este empate en los cinco minutos de adición, además del minuto extra, que dieron las autoridades del encuentro.

A pesar de las quejas del técnico Erwin Sánchez, a quien no le gust{o el arbitraje, el curso del encuentro no varió para dar lugar a un partido donde los celestes pierden dos unidades, en tanto que el “jaguar” respira un poco.

APG