Barrios tarijeños reciclan y producen abono orgánico

Tarija (EL DIARIO).- Al menos 10 barrios apuestan por el reciclaje y la producción de abono orgánico con la técnica takakura como una alternativa para mitigar los residuos sólidos que se genera en la ciudad de Tarija y proteger el medioambiente. La iniciativa responde al programa eco vecindarios de la Dirección Municipal de Aseo Urbano de Tarija (DMAT) que promueve el reciclaje con el slogan “Separar para reciclar”.

La meta es que en el año 2016 todos los barrios de la ciudad de Tarija estén bajo el sistema de clasificación de basura que permitirá convertirse en una ciudad modelo en gestión de residuos sólidos y reciclaje de papel, cartón, aluminio y plástico, sostuvo el director de DMAT, Rolando Ruiz.

Si bien, el objetivo es educar y lograr el aprovechamiento de los residuos que generan  los domicilios, efectuando la recolección selectiva en origen, en la gestión 2014 ya se logró elaborar varias toneladas de abono orgánico con la técnica takakura en base a la basura que generan los barrios de los distritos 10 y 11.

Según el reporte de  la Unidad de Aseo Urbano, la ciudad de Tarija genera más de 140 toneladas de residuos sólidos al día y está llevando al colapso del basurero; sin embargo, se estima que el 80 por ciento de los residuos sólidos puede ser aprovechable si se realiza el proceso de reciclaje.

El responsable de proyectos Eco Vecindarios de DMAT, Jhonny Mamani, explicó que para elaborar el abono orgánico se utiliza cáscaras de frutas, hojas secas, papel y verduras, residuos sólidos los que son seleccionados por los vecinos y luego acopiados en la planta de compostaje, que está ubicada en el relleno sanitario de Pampa Galana.

“El abono se utiliza para las plantaciones de las áreas verdes de las plazas, parques y avenidas de la ciudad”, revelo Mamani.

Explicó que la técnica takakura consiste en preparar dos soluciones, una de agua salada y otra de dulce. “Con sal se pone cáscaras de verduras y frutas, luego se deja fermentar. En la disolución de agua con azúcar se le pone yogurt, queso, levadura y aceitunas. Una vez que están fermentados se generan bacterias las cuales se cultivan y se mezclan con un poco de afrecho”, explicó.

Al indicar que los vecinos que hacen la selección de basura desde sus casas son: Juan XXIII, 15 de Abril,  Rosedal, San Luis, Juan Nicolai, el barrio San Pedro, San Gerónimo Centro, San Gerónimo Sur, Petrolero y Panamericano.

Para Mamani, el segundo paso es ampliar el proyecto a muchos barrios y generar recursos con el abono orgánico de manera que se vuelva sostenible en el tiempo.

PARTICIPACIÓN DE COLEGIOS

Pensando en una segunda fase del proyecto, la gestión pasada  la DMAT entregó a 138 diferentes unidades educativas contenedores de basura de diferentes colores (amarillo para el material reciclable, verde para lo orgánico y azul para lo inorgánico), con la finalidad de crear  a futuro sus propias huertas. Además para que puedan conocer el aprovechamiento de los residuos, que consideran basura y que puede servir para otro producto como el abono orgánico.

“Poco a poco se logrará que los estudiantes separen la basura y se continúe ampliando el proyecto de reciclaje”, comento Mamani.

RELLENO SANITARIO CUMPLIÓ VIDA ÚTIL

El relleno sanitario, ubicado en la zona de Pampa Galana, acopia los residuos sólidos que genera la ciudad de Tarija y poblaciones vecinas desde 1995 y se estima que el 2016 colapse debido a la cantidad de basura que se deposita en el lugar.

Para prolongar la vida útil del relleno sanitario, el director de DMAT dijo que se tiene planificado ejecutar una planta de separadora de residuos,  que permitirá reducir en 90 por ciento los residuos que son desechados en el vertedero, además de otras iniciativas y campañas de reciclaje.

En Pampa Galana se dispone  alrededor de 11 hectáreas y en los últimos años se advirtió  que el relleno sanitario está a punto de colapsar, ya que sólo les quedan poco menos de años de utilidad.

Es por eso que el Gobierno Municipal de Cercado priorizó buscar alternativas para emplazar el nuevo botadero, en una superficie de al menos 25 hectáreas. Sin embargo, antes se debe también pensar en el cierre del actual relleno sanitario que para vecinos y ambientalistas, el lugar se ha convertido en un foco de infección porque no cuenta con un perímetro para resguarda la zona por lo que canes vagabundos e incluso cerdos se alimentan a diario de los desechos vertidos.