Novísima receta para la crisis judicial

La crisis terminal en que se precipitó la justicia boliviana, cuyo grave estado fue señalado por las máximas autoridades del país, como el Presidente, el Vicepresidente y otros altos funcionarios de Estado (“la justicia está podrida”, “la justicia está en estado de coma”, “estamos mal en la justicia boliviana”, etc.), es actualmente tema de reflexión de diversos sectores de la población e inclusive algunas autoridades han adelantado recetas para resolver el problema.

La última fórmula para la crisis judicial partió del propio Evo Morales en su informe ante la Asamblea Legislativa, quien a tiempo de ser posesionado por tercera vez como Presidente del Estado, señaló que la fórmula deberá consistir en una “revolución en la justicia”, para la cual se deberá adoptar una cadena de medidas que definan la reestructuración del criticado aparato judicial boliviano.

Para dicha “revolución judicial” el primer mandatario ha sugerido, en primer lugar, la realización de una “cumbre” formada por instituciones colegiadas y expertos nacionales en justicia, incluyendo a “buenos abogados” que quieren “dignificar la justicia”.

El resultado de esa “cumbre” deberá ser la elaboración de una propuesta que haga conocer una serie de objetivos destinados a acabar con la corrupción, retardación de justicia, prevaricato, desconocimiento de las disposiciones de la Carta magna, la corrupción de magistrados, jueces, fiscales y otros.

Esa proposición de los “buenos abogados” será, enseguida, conocida por el pueblo y éste convocado a un referéndum que termine produciendo “una profunda transformación de la justicia boliviana”, destacable intención que se basará en el voto popular, aunque en la misma forma que se procedió con anterioridad a elegir a las autoridades judiciales en años pasados y que el mismo Gobierno reconoció que fue un fracaso y se vio obligado a rectificar y dar marcha atrás con la esperanza de corregir el error y no repetirlo.

Tan significativa oferta ha recibido el apoyo del Presidente del Tribunal Supremo de Justicia que opinó que aspira a una “transformación total” para este año y que permitirá contar con jueces independientes y comprometidos, capaces de impartir justicia con calidad, aunque no hizo referencia a la independencia del Órgano Judicial y que se afirma que no existe.

También el Fiscal General del Estado se ha pronunciado al respecto y ha ofrecido presentar “diez decisiones de cambio para la urgente transformación” de la justicia, que no sólo es responsabilidad del Gobierno, ¡sino de todo el pueblo! Una de las principales medicinas para curar la enfermedad deberá ser “el cambio de mentalidad” de los profesionales abogados a partir de la formación en las universidades.

En todo caso, es de esperar que la farmacopea propuesta en última oportunidad rinda resultados positivos.