“Operaciones psicológicas” chilenas

Ante la consistencia de la demanda marítima boliviana presentada en La Haya, Holanda, en abril 2014, Chile habría diseñado varios niveles diplomáticos, políticos y de operaciones psicológicas para contrarrestarla.

Existen indicios que refuerzan esta tesis: a).- Convocatoria a exmandatarios y cancilleres de Chile, para crear un cuerpo colegiado político y diplomático que difunda la estrategia marítima chilena en América Latina, Europa y otras latitudes.

Si la flor y nata del pensamiento político chileno, antigua propietaria del principal sillón de la Casa de la Moneda, distorsiona el contenido histórico de la demanda boliviana y la presenta en estrados internacionales como una invención boliviana, el resultado sería positivo para los intereses de Chile. En el mejor de los casos, la demanda marítima boliviana quedaría posicionada ante la opinión pública internacional, como “dudosa”, restando credibilidad al juicio que se ventila en la Corte Internacional de Justicia, en La Haya.

Seguimos en nuestro análisis; b).- Difusión de reportajes, artículos de análisis y de opinión firmados por especialistas del tema en la prensa chilena, con el objeto de generar una corriente de opinión adversa a Bolivia en el propio territorio chileno y por supuesto, en el ámbito internacional. Una de aquellas notas, por ejemplo, sustentaba que Bolivia había retirado su demanda y que buscaba el diálogo con autoridades chilenas.

Agregamos: c).- El canciller Heraldo Muñoz difundió un legajo titulado: “El libre tránsito de Bolivia: La realidad”, que responde a los supuestos incumplimientos de Chile a las obligaciones interpuestas en el Tratado de Paz y Amistad de 1904, que definió los límites con Bolivia”.

Se trata de “un documento sencillo, fácil de leer, que desvirtúa estas acusaciones de que Chile no estaría cumpliendo con el libre tránsito que le otorgamos a Bolivia”, agregó el canciller chileno. Nuevamente, la consigna de que Bolivia miente y que su demanda ante La Haya está basada en “suposiciones”.

Sobre la visita del papa Francisco a naciones latinoamericanas, incluida Bolivia, d).- Extrema preocupación de un exmandatario chileno que de la durísima crítica pública, augurando una derrota a Chile en La Haya, retrocedió espantado por la posible visita de Francisco a nuestro país, sugiriendo que el Papa podría hablar en favor de la demanda boliviana.

Y ahora, al fondo de este análisis, e).- Ingreso en escena de un grupo de “supuestos” hackers, cuando lo cierto es que estos operadores pertenecerían a un comando de operaciones sicológicas ¿por qué? Por la utilización de propaganda gris y hasta negra, como se conoce en el ámbito operativo, en la “hackeada” a la página web de la Armada Boliviana.

Para los expertos chilenos en operaciones psicológicas, “hackear” el sitio web de la Armada Boliviana es, quizá, un acto fuera de lo común. Tal vez un “ataque” simbólico de Armada a Armada y no, como interpretan algunos analistas: “una travesura de un grupo chileno conocedor de la moderna tecnología”.

Concluimos en que, la Cancillería de Chile está incurriendo en actos de torpeza que podrían culminar en algo mucho más grave que incendiarios discursos o que vayan más lejos que las intervenciones cibernéticas a páginas institucionales: acelerar las contradicciones entre nuestros países hasta convertirlas en irreconciliables.

Tal vez y pese al empeño del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, sería saludable cambiar el enfoque de dureza, a un escenario en el cual se imponga la historia y la verdad histórica

Este enfoque se llama, aquí y en el resto del mundo civilizado, pacífico y amante de la buena vecindad: diálogo sin preconceptos. (Clovis Díaz de Oropeza F.) (clovisdiazf@gmail.com)