“Hackeadas” al diálogo

En anteriores artículos, comentamos la posibilidad de que especialistas en operaciones psicológicas habrían ingresado ilegalmente a dos sitios web de instituciones bolivianas: Policía y Armada. Ayer, al mediodía, un tercer ingreso con las mismas características, desvirtuó la imagen del sitio web del Ministerio de Comunicación.

Las tres “hackeadas” sugieren que estos ingresos son evidentemente selectivos pues atacan instituciones bajo la tuición del Estado boliviano. Una de ellas, símbolo del retorno al Pacífico: Armada Boliviana.

Febrero, podría ser el escenario de mayor número de incursiones no deseadas en las web de nuestro país, tal vez con la idea de mostrar a la ciudadanía boliviana, el poder tecnológico que, en esta ocasión, sirve de música al fogoso discurso del canciller chileno.

Los ingresos ilegales desde Internet a las páginas web del Estado Plurinacional, en realidad constituyen “hackeadas” al diálogo sincero con Bolivia pese a que, algunos ciudadanos de nuestro vecino, perciban las respuestas y los análisis de periodistas bolivianos, sobre el tema marítimo, como “falsos y tendenciosos”.

La presunta visita a Chile de Carlos Mesa Gisbert, exmandatario y actual representante de la Causa Marítima, trajo también a escena, una suerte de renovada fobia contra Bolivia por las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores quien, alterado, afirmó que Mesa no sería recibido por ninguna autoridad.

No obstante, el senador chileno Alejandro Navarro criticó a su Cancillería, afirmando lo siguiente: “Fue un error político de Muñoz decir que no se va a dialogar; un error que nos puede costar caro”.

Es decir, objetivamente, el tratamiento del tema marítimo por funcionarios chilenos, está generando contradicciones en altos niveles políticos y, simultáneamente, mostrado hasta cierto punto, un enfoque de grupos ciudadanos del país vecino, en sentido de que Bolivia merece ser escuchada sin preconceptos ni emboscadas diplomáticas.

En este marco, las “hackeadas” perjudican la imagen de un Chile democrático, no tienen justificativo, salvo que existan corrientes de ultranza, totalmente negativas al diálogo.

El diálogo entre ambos países es una ocasión para curar viejas heridas y abrir nuevos espacios de entendimiento y de coincidencias en muchos temas que interesan tanto a Bolivia como a Chile. (Clovis Díaz)(clovisdiazf@gmail.com).