Comparsas y bandas callejeras caldean Brasil

Las comparsas y bandas de música callejeras recorrieron hoy los rincones de varias ciudades brasileñas, entre ellas Río de Janeiro, Maceió y Sao Paulo, y caldearon el ambiente a una semana del carnaval, la fiesta más popular del país.

En Río de Janeiro, la capital turística de Brasil, cientos de personas se echaron a la calle para bailar, beber y divertirse con los “blocos” (comparsas), mientras las escuelas de samba calientan motores para sus espectaculares desfiles del próximo fin de semana.

Una de las comparsas más tradicionales de la capital carioca, Simpatia é quase amor (Simpatía es casi amor), congregó alrededor de 100.000 personas en el paseo marítimo del turístico barrio de Ipanema, escenario de inspiración de Vinicius de Moraes y Tom Jobim.

Al comando de la batería, el maestro Penha cumplió 30 años al frente del “bloco” con “la misma alegría, la misma simpatía de siempre”. La misma que también desprendieron miles turistas y cariocas disfrazados con todo tipo de atuendos.

Fetiches de flores, curas, diablos, decenas de hombres vestidos de mujer, pelucas y máscaras llenaron de color la “Cidade Maravilhosa” a las puertas del carnaval.

Entre la diversión, algunos también tenían tiempo para concienciar. Un hombre vestido del presidente estadounidense, Barack Obama, pedía mediante un cartel el uso responsable del agua, en un momento en el que el sureste del país atraviesa una importante crisis hídrica.

La brasileña Genilda Pereira Ribeiroadoro llegó a Río procedente del estado de Pernambuco para disfrutar del “precarnaval carioca” en compañía de su hija: “Adoro el carnaval. Amo el carnaval. Es mi vida”, aseguró.

Más temprano, en el bohemio barrio de Santa Teresa, el “bloco” Ceu na Terra, que completa 15 años de desfiles, puso a bailar a una multitud ataviada con todo tipo de disfraces por las empinadas calles de la zona.

La alcaldía de Río de Janeiro calcula que los más de cien “blocos” con desfiles programados para este final de semana atraerán a un millón de brasileños y turistas por lo que la seguridad y las labores de limpieza fueron intensificadas.