El técnico atigrado cambió el sistema táctico, la idea es de generar mayores opciones de gol en el cotejo de vuelta frente al Monarcas de México.
El técnico atigrado Néstor Craviotto apostará por un juego ofensivo para recibir al Monarcas de México, este martes en el estadio Hernando Siles.
El DT argentino probó ayer a la dupla ofensiva Bernardo Cuesta y Rodrigo Ramallo, con el objetivo de lograr mayor profundidad en los ataques.
Craviotto pretende encontrar un mayor volumen de juego en la ofensiva para generar opciones de gol con la dupla Cuesta y Ramallo, ambos trabajaron ayer en movimientos para encontrar espacios en la defensa de los mexicanos.
A pesar que el Tigre consiguió un empate valioso (1-1) en México, el pasado martes, no hay exitismo en el cuerpo técnico quienes consideran que el rival tiene jugadores de jerarquía y será complicado enfrentarlos.
Craviotto puso ayer a Daniel Vaca en la portería; Diego Wayar, Germán Centurión, Fernando Martelli, Jair Torrico en la defensa; Alejandro Chumacero, Raúl Castro, Ernesto Cristaldo, Pablo Escóbar en el mediocampo; Cuesta y Ramallo en el ataque. El sistema será el 4-4-2, diferente al 4-4-1-1 de México. Del onceno que empató de visitante, Craviotto decidió la salida de Maximiliano Bajter, un volante con características más defensivas, a quien colocó para tapar las súbidas de los jugadores ofensivos del Monarcas.
Con su nuevo sistema táctico, la idea del técnico está en dar mayor libertad a Escóbar, quien jugará retrasado con relación a los dos atacantes y de esta manera asistirá constantemente a lo largo del partido.
En la sesión de fútbol que realizó ayer Craviotto, éste pidió mayor tenencia del balón para elaborar jugadas ofensivas con la pelota al ras del piso.
Craviotto también exigió a sus laterales (Wayar y Torrico) a fin de que tengan mayor movilidad por los costados, pretende llegar hasta con seis jugadores al ataque con Cuesta, Ramallo, Escóbar, Chumacero, Cristaldo y uno de los dos laterales.
La sesión de fútbol se llevó a cabo en mitad del campo de juego, se presume que Monarcas apostará a un juego defensivo y apelará a los contragolpes.
En el Tigre se impone la tranquilidad, el cuerpo técnico trabaja en el tema mental para que los jugadores no tengan ansiedad en el desarrollo del cotejo y puedan generar las jugadas ofensivas con paciencia.
Sobre las espaldas del Tigre recae la “maldición” de los equipos bolivianos que hace diez años (desde el 2005 cuando se cambió el formato de la Libertadores), no llegan a pasar a la fase de grupos. En su momento Oriente Petrolero, Real Potosí, Blooming, La Paz Fútbol Club y Bolívar no lograron romper la racha negativa.
Los hinchas atigrados se ilusionan con el empate conseguido en condición de visitante, un empate sin goles o un triunfo bastará al Tigre para pasar de fase. Hoy el entrenamiento está programado para las 10:00 en el estadio Rafael Mendoza Castellón, el cuerpo técnico hará énfasis en el trabajo de pelota parada.
Paulo Apaza
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