Segunda parte y final
Historia de un amante de la libertad, diplomático, periodista y pensador aymara.
En 1819, Vicente Pazos Kanki publicó en Nueva York un libro intitulado: “Letters on the United Provinces of South America Addressed to the Hon. Henry Clay” (Cartas sobre las Provincias Unidas de Sud América dirigidas al Honorable Henry Clay), escrito primero en idioma español fueron traducidas al inglés por Platt H. Crosby, “al ruso por Polética, ministro del emperador de las rusias en Washington y al francés en la obra L’art de Vérifier les dates”14. Sin embargo, esta obra le valió a Pazos el nombramiento de miembro honorario de la Sociedad Histórica de Nueva York. Sobre esta obra Rodolfo Salamanca, nos recuerda que “ningún otro libro escrito y publicado en ese tiempo por un autor sudamericano alcanzó esa distinción”15.
Según el escritor Alfonso Crespo, en este período de su vida, “hay en él un permanente hervor revolucionario y cierta inquietud que no le permiten permanecer durante mucho tiempo en el mismo sitio” 16. Es en ese sentido, que Vicente acompañado de su familia y su traductor se embar-caron en el bergantín “Amazon”, el 27 de noviembre con rumbó a Buenos Aires. Pe-ro este pueblo se encontraba en plena Guerra Civil, por ese motivo desembarca-ron en Montevideo y Pazos fue apresado por las autoridades portuguesas por espionaje y enviado a la fortaleza de la isla de las Cobras en la Bahía de Guanabara, hasta marzo de 1821. Después se dirigió a Portugal, incentivado por una indemnización prometida, por un Secretario del Estado Lusitano.
El 1° de noviembre viajó a Badajoz (España), luego regresó a Lisboa para encon-trarse con su esposa y su hijo, durante este tiempo trabajó como profesor de castellano y de historia del pueblo ibérico, mientras su esposa dictó clases de inglés. También se dedicó a traducir al castellano una historia en francés de los Estados Unidos de Norteamérica, “Pazos añadió solamen-te dos notas del traductor y unas pocas líneas al final del trabajo original”17. En 1825, fue publicado paralelamente en París y Nueva York18, intitulado: “Compendio de la historia de Estados Unidos”.
Por otro lado, trabajó en Lisboa en la redacción de sus memorias que fueron pu-blicadas nueve años más tarde. Consecutivamente, se trasladó a Londres con su familia donde realizó algunos encargos que le solicitaron unos representantes diplomáticos de las nuevas Repúblicas Hispanoamericanas y tradujo titánicamente para el Comité General de la Sociedad Bíblica, el ‘Testamento de Jesús’ y el ‘Nuevo Testamento’ al idioma aymara, que fue publicado con el título: “El Evangelio de Jesu Christo segun San Lucas en aymará y español, traducido de la Vulgata Latina al aymará”, en 1829. Más adelante, redactó una breve biografía de José Gaspar Rodríguez de Francia, el gobernante de Paraguay que lo publicó intitulado: “Narraciones de Hechos”, de forma anónima a fines de 1826.
En 1830, el Comité General de la Socie-dad Bíblica, solicitó a Pazos que tradujera al idioma quechua ‘Los Salmos’, obra que fue realizada pero nunca publicada.
Para 1834, Pazos adquirió una pequeña imprenta en la que publicó sus memorias, en septiembre, titulado: “Memorias Histó-rico - Políticas”19, volumen I, esta obra fue dedicada al Mariscal Andrés de Santa Cruz, Presidente de Bolivia en ese mo-mento.
Es necesario mencionar que durante un tiempo ejerció las funciones como Vice-cónsul en Londres en representación del Gobierno de Buenos Aires. Sin embargo, tras una larga espera en junio de 1836, el Presidente Santa Cruz, lo nombró Cónsul General de Bolivia en Gibraltar, pero también en una nota le expresó que podría considerarse “Agente General de Bolivia en Europa”20, recibiendo el exequatur de Guillermo IV, el 7 de febrero de 1837.
Por otro lado, el nuevo Cónsul General boliviano anoticiado de la declaración de guerra de Chile hacia la Confederación Perú-Boliviana, publicó bajo el seudónimo de ‘Un peruboliviano’ el folleto intitu-lado: “An Expose upon the Existing Dissension between Chile and the Peru-Bolivian Confederation” (Una exposición sobre la disensión existente entre Chile y la Confederación Perú - Boliviana), en el cual refutaba las acusaciones de que Santa Cruz se hubiera inmiscuido en asuntos internos de Chile. También publicó el documento: “Pacto y Ley Fundamental de la Confederación Perú-Boliviana”, obra que dio “lugar a que en Santiago le llamaran: ‘uno de los infinitos folletistas que comprenden la corte del grande Inca Yupanqui’, refiriéndose socarronamente al Protector”21.
Por otro lado, Pazos Kanki, mientras se encargaba publicitando a la Confedera-ción, designó como Vicecónsules en las ciudades británicas ha William Blundell, en Liverpool y Thomas Day, en Ports-mouth. Además, publicó un folleto titula-do: “Treaty of Amity, Commerce, and Navegation, Between his Majesty and the Peru-Bolivian Confederation; together with two articles thereunto annexed, signed at Lima, june, 5, 1837”, con los textos en inglés y castellano en columnas paralelas, luego envió al Mariscal la ratificación inglesa de dicho Instrumento Internacional.
Mientras esperaba que Santa Cruz lo nombrara ‘Encargado de Negocios a. i.’, por su esmerada labor, el Mariscal el 17 de febrero de 1838, nombró a José Joaquín de Mora22 como Cónsul General de la Confe-deración en Londres, este personaje pre-sentó el 11 de septiembre su nombramien-to y recibió el exequatur de la Reina Victoria I. En ese sentido, Pazos fue enviado a Gibraltar, pero antes de partir publicó: “Peru-Bolivian, An expose on the treaty of Paucarpata, in Peru, and the events connected with it” (Confederación Perú-Boliviana, una exposición sobre el Tratado de Paucarpata, en Perú y los acontecimientos relacionados con ella). Desempeñó las funciones de Cónsul en este lugar hasta la caída del Mariscal Andrés de Santa Cruz, en 1839.
Posteriormente, continúo ejerciendo el cargo de Cónsul General de Bolivia, du-rante el gobierno del Gral. José Ballivián, en esta gestión alentó la navegación y la colonización de las tierras orientales de Bolivia, idea que la plasmó en la publica-ción titulada: “Proyect de Communica-tion par la navegation a la vapeur entre-les possessions francaises de la Guyane, de Macapa et d’ile voisine de mapa. A l’embouchure nord de fleuve des Amazo-nes, et les Republiques de l’Equateur, du Perou et de la Bolivie”, en 1840.
En los siguientes años Pazos vivió en París, promocionando a Bolivia. En 1843, sus esfuerzos dieron resultado, cuando suscribió un Convenio con Henri Ternaux- Compeans, Jules Lechevalier y Gustave Joly de Lutbeniere, directores de la ‘Com-pañía de la Guayana Francesa’. Este Ins-trumento enfocó el “desarrollo de la Gua-yana francesa que posibilitara el estable- cimiento de conexiones con barcos a va-por con Bolivia por los ríos Amazonas y Madera proporcionando a los franceses una estación comercial en el punto ter-minal”23. Pero el Congreso Boliviano tuvo muchas observaciones sobre los datos geo-gráficos expresados, aun así el Parlamento lo aprobó el 15 de junio de 1844. Sin em-bargo, por las modificaciones planteadas, “no fue aceptado por los proponentes”24.
Pazos Kanki no se dio por vencido y en 1843 redactó un proyecto de Tratado con la Compañía Belga de Comunicación, que finalmente fue suscrito por él, en represen-tación de Bolivia y Louis Henri Obert, Agente General de la Compañía, el 6 de febrero 1844. Dicho Instrumento contiene 49 artículos que plantean el “estableci-miento de una Comunidad boliviana en el área de Moxos y Chiquitos. La Compañía Belga de Colonización debía fundar y establecer intereses de la colonia bajo la protección del Gobierno Boliviano, el cual mantenía su soberanía sobre el territorio en cuestión”25.
Por otro lado, el 20 de junio de 1844, Antonio Acosta, amigo del Presidente Ballivián, fue nombrado nuevo Cónsul General en Inglaterra y Pazos fue destitui-do de su cargo, pero en 1845, público en siete páginas sus “Cartas al señor D. Antonio Acosta y el Excmo. Señor Conde de Aberdeen”, “en las cuales explicaba lo que había hecho y lo que aún se necesita-ba hacer para abrir Bolivia a Europa”26.
En 1849, Pazos a la edad de 70 años re-gresó viudo a Buenos Aires, donde el Pre-sidente Juan Manuel de Rosas, le otorgó una pensión. Dos años después fue nom-brado editor del “Diario de Avisos”. Con el trascurso del tiempo, falleció desolado y olvidado en 1852, en la citada ciudad.
Sobre este personaje, a modo de con-clusión podemos decir que “fue un hombre extraordinario; se podría decir que fue único. Era un indio aymara que nunca propugnó el indigenismo; un hispanoame-ricano, que desalentó el antagonismo hacia la madre patria. Su personalidad compleja y, a menudo, contradictoria, le posibilitó, escribir con el mismo aplomo acerca de un Paine, un Moreno, un Fran-cia, un Santa Cruz o un Rosas”27. Además Vicente Pazos Kanki, fue: “el nativo de las montañas del Alto Perú, el exiliado volun-tario de su vieja patria colonial que siente a la Bolivia emancipada como una expre-sión de valores; el que se tomó el desquite de libertad y de orgullo por el largo cauti-verio espiritual de su estirpe firmando sus obras en las grandes capitales del mundo, el indio latinado, el viajero sediento de infinitos que vivió en constante tumulto de fervores, el religioso irreligioso, el clérigo matrimoniado, fue un ciudadano de la América patricia, una de las voces propa-gadoras de la libertad y precursor de la formación del pensamiento boliviano. Lo que hubiese en su existencia de frustrado y de realización son fuerzas para dar vida a una figura boliviana de áspera y fuerte contextura andina”28.
14 OBLITAS F., Edgar: “Vicente Pazos Kanki en Buenos Aires”, Prólogo de la tercera edición de la obra de PAZOS KANKI, Vicente: Memorias Histórico Políticas, Ediciones Populares Camarlinghi, La Paz, 1978, p. V.
15 SALAMANCA LAFUENTE, Rodolfo: op. cit., p. 49. p. XVI.
16 CRESPO RODAS, Alfonso: “Ensayistas y Publicistas Paceños”. En La Paz en su IV Centenario 1548- 1948, Tomo III, Imprenta López, Buenos Aires, 1948, p. 10.
17 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 200.
18 La edición publicada en esta ciudad estadunidense incluye una traducción de la Declaración de la Independencia de 1776 y la Constitución de los Estados Unidos. También se identificaba en esta obra, a Pazos como natural de La Paz, en vez de Ananea.
En 1976, este libro fue reimpreso en La Paz, de manera facsimilar, con los prólogos de Rodolfo Salamanca Lafuente, de la Academia Boliviana de la Historia y Charles W. Arnade, este último en inglés.
19 La segunda edición fue publicada en 1939, por el Ministerio de Educación, Bellas Artes y Asuntos Indígenas en La Paz, lamentablemente se trata de una publicación incompleta y desordenada, al igual que la tercera edición impresa por la Editorial Camarlinghi, como una publicación popular, en 1978.
20 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 219.
21 ABECIA BALDIVIESO, Valentín: Las Relaciones Internacionales en la historia de Bolivia, Primer Tomo, Los Amigos del Libro, La Paz, 1986, p. 421.
22 Sobre este personaje consultar: MESA, José de y GISBERT, Teresa: José Joaquín de Mora, Academia Nacional de Ciencias de Bolivia (Serie Ciencias de la Cultura), La Paz, 1965.
23 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 250.
24 ARANZÁES, Nicanor: Diccionario Histórico del Departamento de La Paz, Talleres Gráficos ‘La Prensa’, La Paz, 1915, p. 582.
25 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 253.
26 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 258.
27 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 263.
28 OTERO VÉRTIZ, Gustavo Adolfo: “Notas sobre Vicente Pazos Kanki”, Prólogo de la segunda edición de la obra de PAZOS KANKI, Vicente: Memorias Histórico Políticas, Publicaciones del Ministerio de Educación, Bellas Artes y Asuntos Indígenas, La Paz, 1939, p. XXXIV.
José E. Pradel B.
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