“Inauguración” de empresas estatales

Durante últimas semanas, altas autoridades nacionales participaron en actos públicos con motivo de la inauguración y entrega de caminos, emprendimientos industriales, coliseos, escuelas y algunas obras más. Esas presentaciones fueron, en realidad, continuación de actos similares ocurridos en la etapa que antecedió al plebiscito nacional del año pasado.

En días recientes, el Presidente del Estado inauguró en forma sucesiva un horno de fundición en Karachipampa (Potosí); un horno de fundición de estaño en Vinto (Oruro); una planta de concentración de minerales en la mina Huanuni (Oruro); el camino paralelo La Paz-Oruro y unos tinglados en el medio rural, acontecimientos en los que pronunció discursos elogiosos a su mandato, haciendo conocer, además, aspectos de la política interna y externa de su gobierno. En uno de esos discursos afirmó que de no funcionar de manera eficiente, otras industrias que operan en el país serán “estatizadas” o “nacionalizadas”.

La entrega de las obras mencionadas no dejó de causar el beneplácito de los distritos beneficiados, pero tan pronto se produjeron esos bulliciosos actos, la población se encontró con que por lo menos tres de los grandes emprendimientos sólo estaban siendo presentados al público como obras en sus primeras fases de actividad y no de rendimiento completo.

En efecto, luego de anunciarse el comienzo de actividades de la fundición de Karachipampa de Potosí (que comenzaron hace más de 30 años), se informó que el horno sólo entrará en funcionamiento en próximos meses, anticipo que dejó al pueblo potosino con los crespos hechos y la esperanza de que esa planta tenga el alto rendimiento con que fue reanudada.

Al anuncio de Potosí siguió el de la Planta de fundición de estaño de Vinto, donde se inauguró el “funcionamiento” de un nuevo horno de fundición que aumentaría el rendimiento de esa empresa estatal en alrededor del 40 por ciento al año y cuyo costo fue de 39.488.076 dólares. Pero tan pronto se hizo la entrega de la obra, los técnicos informaron que el horno Ausmelt todavía tendrá que ser reajustado algunos meses para producir 14.310 toneladas de estaño metálico al año, informe que causó la decepción del pueblo orureño, desencanto que también ocurre con el satélite Túpac Katari, Papelbol, Cartonbol, Bulo Bulo y otras empresas capitalistas de Estado.

Finalmente, el Presidente del Estado también inauguró con bombos y platillos un ingenio de concentración de minerales en Huanuni, cuyo costo llegó a los 50 millones de dólares, para subir el procesamiento de minerales de 1.500 a 3.000 toneladas al mes. Sin embargo, tan optimista afirmación se debilitó ya que dicho ingenio sólo funcionará a plenitud a principios del año 2016.

Entre tanto, la entrega de la vía paralela la Paz-Oruro empezó con mal pie, con algunos fatales accidentes de tránsito, denuncias de mal estado de algunos tramos, etc., que ameritan que esta obra caminera necesite para su funcionamiento normal otros millones de dólares aparte de los 320 que demandó hasta el presente.