The Strongest es hoy por hoy FC Escobar, el 10 lo acapara todo, los goles, las asistencias, las ocasiones. Sus compañeros lo asisten.
Prepararse para jugar una competencia internacional como la Copa Libertadores requiere dar respuesta a múltiples preguntas y tener claras las diferentes facetas que uno debe valorar a la hora de salir a competir.
Para jugar la Copa, previamente un jugador ha de valorarse a sí mismo. El jugador ha de comprender el contexto en el que convive, como es la relación con sus compañeros y como son estos su principal espejo competitivo.
También y no menos importante es saber cómo llegan los equipos a la competencia de clubes más importante de este lado del mundo, después de haber luchado, cada uno, árduamente en sus competencias locales.
Existen “favoritos”, obviamente, equipos de Brasil y Argentina siempre o casi siempre aparecen como “favoritos”, porque son los que han ganado en mayor número de veces esta competencia, porque juegan en campeonatos competitivos, porque tienen estructuras sólidas que pueden soportar cimbronazos, como la partida al Fútbol Europeo de algún jugador importante, días antes del inicio de la competencia, y no varían mucho su rendimiento.
Pero también hay países con equipos competitivos y que en cualquier momento explotan y ganan, equipos de países como Colombia, Chile y México.
El fútbol boliviano, de forma inédita, participará en la fase de grupos con tres equipos, Universitario de Sucre, San José de Oruro y The Strongest de La Paz, no es intención nuestra realizar un análisis detallado acerca de los rivales que les tocará enfrentar, intentaremos puntualizar algunos aspectos estrictamente futbolísticos, que desde nuestro punto de vista y con la pequeña experiencia que tenemos en esta clase de competencia, influyen en el rendimiento de un equipo.
Un aspecto fundamental para tener buena participación en la Copa, es tener un equipo con funcionamiento, con rodaje, con identidad de juego, que los jugadores sepan a qué juega el equipo y cuál es su rol dentro del mismo. Ojala todos supieran lo que se tiene que hacer en cada momento del juego.
Un partido de fútbol, todos en el mundo, tienen 4 momentos: ataque, defensa, las transiciones, le agregaríamos, las acciones a balón parado y las circunstancias típicas de juego.
Es fundamental, imprescindible, que un equipo tenga una idea de juego, una identidad futbolística, que implanta el entrenador, no es sólo un sistema de juego, no es el posicionamiento de los jugadores, sino la forma como esos jugadores se relacionan entre sí y cómo expresan su forma de ver el fútbol, se trata de la organización que presenta un equipo en cada momento del juego y lo hace de forma regular, tienen esta identidad los 3 equipos bolivianos.
San José y The Strongest mantienen sus entrenadores en tanto Universitario ha optado por el cambio. Digo esto porque un equipo mientras más tiempo tenga jugando con una misma idea, tiene mejor asimilados los conceptos que quiere su DT.
Universitario es el equipo que tiene más clara esta idea, viene del anterior entrenador, el actual mantiene la estructura y el modelo de juego, agregando más agresividad en la recuperación. La “U” tiene un mediocampo con jugadores de muy buena lectura, súper importante en el fútbol actual, jugadores veloces mentalmente, lo que le permite tener momentos de muy buen juego en ataque, con precisión en dinámica, de pronto el déficit del cuadro capitalino es la falta de contundencia en el arco rival.
The Strongest, en cambio, ha reforzado zonas que tenían deficiencias, como la defensa central y el ataque, sin embargo en ofensiva todavía no consigue concretar todo lo que se gesta.
Pero el plantel gualdinegro tiene un plus que lo hace siempre competitivo. Tiene un jugador diferente que además es el líder del equipo, estoy hablando de Pablo Escobar, después de todo lo que ha ganado The Strongest en los últimos tiempos, incluida la clasificación a segunda ronda en esta Copa 2015, podemos decir que The Strongest, hoy por hoy, es FC Escobar. El “10” lo acapara todo: Los goles, las asistencias, las ocasiones…
Para que Escobar muestre su mejor nivel dependerá de cómo rindan sus compañeros, y ellos saben asistirlo, sintonizan las ideas del capitán atigrado y no tienen problema en correr para él. Un equipo con estas características rinde más de lo que en los papeles previos parece que puede, porque es un equipo unido y convencido de lo que tiene alrededor de su líder y para un equipo unido no hay imposibles.
Finalmente San José, después de verlo jugar el pasado viernes frente al equipo alterno de The Strongest, tengo más incertidumbres que certezas respecto a lo que puede hacer en la Copa. No he detectado una filosofía de juego, sin embargo y lo que me llama poderosamente la atención, es el hecho de enterarme que han contratado 9 jugadores extranjeros…algunos sólo para la Libertadores. Me pregunto ¿dónde van agarrar ritmo para jugar la Copa? Porque en la Liga no pueden hacerlo. ¿Qué jugadores que juegan en la Liga no jugarán en la Copa? ¿Ya lo saben? ¿Cómo reaccionará el grupo ante esta circunstancia? En fin, espero estar equivocado, pero todo me hace presumir que no se está actuando en función a elevar el funcionamiento del jugador sino de crear incertidumbre y desconfianza, y en fútbol un equipo desconfiado no rinde.
Lo importante es que más allá de cualquier consideración los equipos tengan un buen rendimiento y que el fútbol boliviano esté bien representado, como ha ocurrido en la última versión con el Club Bolívar.
Lo importante no son los sistemas, las posiciones de partida, sino los desarrollos. Eso es lo que diferencia a un equipo de otro. Hay un momento ofensivo y otro defensivo. A partir de ahí unas evoluciones o desarrollos que marcan el estilo de un equipo, pero eso obliga a conocer mucho el fútbol.
El sistema es al fin y al cabo tan sólo una fase fotográfica. No creo en los sistemas como punto de análisis. Las funciones que muchos jugadores desarrollan sobre el campo nada tienen que ver con las posiciones de inicio.
Si los jugadores no sienten el trabajo y no se implican en él, no cumplimos, trabajamos pero no cumplimos. Reunimos nuestras horas laborales, quedamos bien y encima hemos chillado mucho hasta puede parecer que hemos cumplido con nota. Pero si el jugador no se implicó y no nos dio nada de él habrá que esperar al día siguiente haber si somos capaces de sacarle algo. No todos los días se sacan cosas.
No es momento de llorar sobre la leche derramada. Será muy importante que durante los primeros diez minutos en cada partido apliquen una intensidad del 120%, deben creer que necesitan marcar tres goles como mínimo. Por otro lado deben tener un nivel de concentración máximo en todo momento, cada jugada del partido debe servir para mostrar que no están dispuestos a regalar nada. Ahora, deben ser conscientes que esta clase de partidos se empieza a jugar tres días antes de saltar al campo de juego, por lo que la concentración jugará un papel fundamental.
Pero el jugador de hoy no quiere ser líder, no le interesa, porque eso lo obligaría a aprender a ver el juego, a jugársela por sus compañeros contra todo: los rivales, los árbitros, los hinchas, los periodistas…
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