Maravilloso Carnaval de Oruro

Oruro, (EL DIARIO).- Ayer domingo, el fastuoso Carnaval de Oruro continuó con la espera del alba en inmediaciones del Socavón, donde fieles folkloristas visitan y bandas fusionaron su entusiasmo para continuar la fiesta que se prolongó desde el sábado.

Este año, una vez más esta entrada alcanzó la cima del éxito, a pesar de la intensa lluvia que mojó a miles de danzarines, que se encontraban en la ruta y que, por la fe ante la Virgen del Socavón, llegaron hasta el Santuario, con la absorbente música que le obliga a bailar en las calles en las tradicionales diabladas, morenadas, caporales, los tinkus y otros.

El sábado, el presidente Evo Morales y su invitado Jude Law bailaron la morenada y la diablada de Oruro, en plena plaza 10 de Febrero, frente al edificio de la Gobernación, donde se encontraban las delegaciones de las embajadas acreditadas en Bolivia.

“El Carnaval de Oruro es una maravilla”, afirmó el Presidente. El mismo criterio fue expresado por el alcalde de la ciudad, Juan José Ramírez, y el gobernador Santos Tito Veliz, que encabezaron la fastuosa peregrinación del Carnaval de Oruro, que ayer tuvo la participación de más de 50 mil danzarines.

El obispo de la Diócesis de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik, presidió la ceremonia religiosa. Era una procesión de la imagen de la Virgen del Socavón. “Hay que darle gracias a ella, a nuestra santísima Virgen María, ella que nos obliga a bailar en las calles y a acrecentar el Carnaval de Oruro”, dijo.

El Carnaval de Oruro empezó a las 7.00 horas. No hubo necesidad de presiones de ninguna clase. El público todavía no estaba en sus asientos, pero la música, la danza, el colorido de los trajes, las exaltantes caretas de los diablos de La Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, con elegantes y coloridos cuernos, con lagartos y dragones encima, ojos saltones y dientes afilados incitaba a bailar a los espectadores.

La morenada Zona Norte siguió el paso. Los pesados trajes de los morenos se combinaban con la elegancia de las más hermosas mujeres que movían las caderas de un lado para otro. Había polleras largas, coloridas y elegantemente combinadas. Sin embargo, las figuras, con polleras cortas que solo tapaban las nalgas, despertaban la curiosidad de los turistas que estaban atestados después en la gran Avenida del Folklore (6 de Agosto).

El ritmo de la Morenada Central Oruro, “la mejor del mundo”, tal como dice su slogan, hizo bailar a todos. Son 90 años de participación en el Carnaval de Oruro. Las esbeltas figuras, con sombreros coquetos y mantillas de fino acabado, no se escaparon de la lluvia y siguieron su paso alegre hasta culminar a los pies de la Virgen del Socavón, en el santuario dedicado a ella. Hubo derroche de alegría, pero también lágrimas, por haber culminado su promesa espiritual. Ante la imagen de la Virgen, se llega de rodillas y agradeciéndola por haberles dado fuerza para mostrar un Carnaval exitoso.

La Fraternidad Artística y Cultural La Diablada soportó estoicamente la torrencial lluvia, que se registró a las 13.30 horas, cuando empezaba a ingresar a la ruta del carnaval. Los 50 osos quedaron empapados, pero, por la fe, nadie se sacó las caretas. Las diablezas, que llevan trajes cortos, prefirieron mojarse y esperar en fila. Después que pasó la lluvia, con la música, el entusiasmo y la fuerza de hombres y mujeres, siguió la fiesta y se pudo admirar la maravillosa Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Los caporales Centralistas y los conjuntos de Waca wacas San Agustín de Derecho y Urus demostraron una coreografía mejor sincronizada, con mayor precisión, pero al mismo tiempo, con la mayor participación de las mujeres. Las cullaguadas y las llameradas eran espectaculares.

El Carnaval de Oruro atrae a 510 periodistas del interior y del exterior del país. Estaban canales de televisión de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, de Chile, Argentina, Estados Unidos (CNN) y de Lóndres, la BBC. Los miles de fotógrafos que se esparcieron en la extensa ruta lograron las mejores imágenes de los tinkus y de los zampoñeros.

La Diablada Ferroviaria y la Diablada Urus lograron el aplauso frenético del público. Esta vez, no hubo accidente. Las autoridades lograron su objetivo de disminuir el consumo de bebidas alcohólicas. Los sistemas de seguridad funcionaron mejor y no hubo puestos de venta en las bocacalles, para facilitar el ingreso y salida de ambulancias.