Desde 1908, este pícaro personaje relacionado al arte de la comedia italiana, más específicamente a Pierrot proveniente de las obras de teatro y carnaval europeos, se hace patente en la tradición de los paceños.
Según un estudio presentado por la Dirección de Patrimonio Natural y Cultural del municipio, se dice que “hacia 1850 aparecen arlequines y dominós en La Paz, esta información nos permite deducir que entre ellos se encontraban también los pierrots”.
La reapropiación del Pierrot y el Arlequín en los carnavales latinoamericanos fue resaltada por muchos investigadores, quienes enfatizaron en los nuevos significados de los personajes en contextos del carnaval. La importancia del Pierrot, así como del Arlequín, es resumida en la siguiente cita:
“Entre los personajes clásicos, los más reconocidos y perdurables son Pierrot (o Pedrolino), considerado el precursor del payaso, con la cara blanca y sombrero de pico, y Arlequín. Ambos constituyen arquetipos de la conducta masculina que se disputan el amor de una mujer Colombina. Mientras Pierrot es visto como un ‘naif’, casi tonto, objeto de bromas, distante de la realidad”.
Una de las maneras en que la población paceña adaptó el Pierrot europeo fue a través del Pepino, quien fuera registrado por primera vez en el Carnaval de La Paz a inicios del siglo XX.
Un siglo después, en el 2015, sigue simbolizando la tradición carnavalera en la sede de Gobierno de Bolivia.