La entrada autóctona conocida como “Jisk’a Anata”, que en español significa la “Fiesta chica”, comenzó antes del mediodía, recorrió ayer por las céntricas calles de la urbe paceña, siendo admirada por propios y extraños.
Esta entrada tiene la particularidad de unir las danzas con la música urbana y rural del país que forman parte de las fiestas carnavaleras desde hace 21 años. La variedad de danzas que se presentan son apreciadas por un numeroso público. El “Jisk’a Anata” es una celebración aymara que se desarrolla para festejar el inicio de la cosecha.