La nueva Constitución cumplió seis años

En la ciudad de El Alto, el 7 de febrero de 2009 el presidente Evo Morales promulgó la nueva Constitución Política del Estado, proyectada y estudiada por la Asamblea Constituyente realizada en la ciudad de Sucre y con los ajustes establecidos por el H. Congreso Nacional. Consta de un Preámbulo y 410 artículos. En su promulgación se señala que deberá ser cumplida “como Ley fundamental del nuevo Estado Unitario social de Derecho Plurinacional comunitario, descentralizado y con autonomías”.

La nueva Carta Magna empezó a ser estudiada en la Asamblea Constituyente que sesionó a partir del 6 de agosto de 2006. Desde ese momento su avance chocó con grandes escollos y un cúmulo de dificultades, recordándose los incidentes en Sucre, en la Calancha y Oruro, donde se registraron hechos de violencia con el costo de varias vidas. Finalmente, producido el alumbramiento con operación cesárea de la nueva Constitución, en El Alto de La Paz entró en vigencia.

A seis años de aplicación, la nueva Constitución ha empezado a hacer aguas y se ha ido descubriendo numerosas contradicciones en su contenido, que significan dificultades para el desarrollo del país. Tan destacables son esos aspectos, que la población en general y las autoridades en particular han empezado a hacer demandas para que la Carta Magna sea reformada de tal forma que contribuya a abrir el camino al futuro del país.

Al respecto se cuestiona que Bolivia haya dejado de ser Nación para convertirse sólo en un Estado; se critica las políticas económicas contrarias a la población indígena; se observa la ubicuidad de la llamada “economía plural”; se propone derogar algunas disposiciones como la forma de elegir a los magistrados, medida cuya aplicación ha producido resultados negativos en absoluto. Otras opiniones contrarias a la Constitución de 2009 señalan su orientación “idealista” y populista que tiene como objetivo establecer en Bolivia el socialismo sobre los trastos de la comunidad preincaica sin pasar por la etapa capitalista, meta anárquica sin algún resultado hasta el presente.

Si por un lado las voces en contrario hacen esas observaciones, medios oficiales sostienen que es “motivo de orgullo” y que está orientada al “engrandecimiento de la patria” y registra resultados favorables reconocidos internacionalmente. Una autoridad afirmó que la aprobación de esta Constitución fue producto de una batalla contra 16 organizaciones neoliberales, pero que finalmente se refundó una Bolivia “en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico dentro del proceso integrador del país”. Además se tiene el interés internacional por la madre Tierra, defensa de los recursos naturales, la biodiversidad, el equilibrio del medio ambiente, la protección a la mujer.

Entre tanto, los opositores critican la nueva “Farsa magna” e indican que es creciente la presión social para que su reforma sea de fondo y no sólo de forma.