Héctor Revuelta Santa Cruz
Hace unos días, el Canciller de la República de Chile dijo que Bolivia goza de un libre tránsito por las vías de ese país, lo cual está lejos de ser verdad, a la luz de hechos y de los siguientes documentos: El artículo VI, del “Tratado de paz, amistad y comercio entre Chile y Bolivia”, del año 1904, indica: “La República de Chile reconoce en favor de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, de la misma manera, en el “Convenio sobre tránsito entre las Repúblicas de Bolivia y Chile” del año 1937, se establece: “Reconocimiento del derecho del más amplio y libre tránsito boliviano en todo tiempo y sin excepción alguna”.
Es por todos conocido que en 1932, en la época de la Guerra del Chaco, el Gobierno de Chile no permitió el tránsito de armas por sus puertos. También en 1952, cuando Bolivia nacionalizó las empresas mineras, la justicia chilena ordenó el embargo de las maquinarias y los alimentos destinados a esas minas. Así mismo, en 1956, Bolivia no pudo exportar petróleo por el puerto de Arica sin un previo acuerdo especial. Por otra parte, en 1962, la Administración de Aduana de Chile ordenó que las exportaciones de minerales bolivianos debieran sujetarse a disposiciones no contempladas en el Convenio. Estos hechos son flagrantes violaciones.
El convenio dice con toda claridad: “en todo tiempo y sin excepción alguna”, se entiende que son las 24 horas del día y todos los días del año, para cualquier clase de mercancías, lo que Bolivia no puede ejercitar porque el Gobierno chileno, por intermedio de la Aduana y Migración, establecen horarios y controles, poniendo un candado al tránsito boliviano hacia los puertos del Pacífico, lo que constituye un virtual “estado de sitio” para Bolivia, que se ve perjudicada por los daños provocados, por una parte, a transportistas que deben paralizar sus operaciones y a los importadores y exportadores obligados, por esta circunstancia, a pagar mayores fletes, lo que, a su vez, repercute en el precio de las mercancías, restándole competitividad en el comercio mundial.
Además, cabe indicar que los camiones en la frontera de Chungará, en la carretera a Arica, demoran por trámites aduaneros, en promedio, un día.
El autor es ing. civil, docente de la Facultad de Ingeniería de la UMSA.
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