Litoral boliviano: 136 años de cautiverio

Alejandro Veliz Lazo

No cabe duda de que el Litoral fue históricamente de esta parte de los habitantes, es decir de los bolivianos. Para empezar, según varios historiadores la civilización tiahuanacota se asentó por lo menos cinco veces en épocas distintas, hace muchos siglos y era de esta parte del territorio que hoy se denomina Bolivia.

Más adelante, después de la emancipación española, José Antonio de Sucre, Andrés de Santa Cruz y José Miguel de Velasco se preocuparon del Litoral, elevándolo a rango de provincia, después distrito, mediante decretos y otros. Pero la medida más clara fue de Mariano Melgarejo, cuando el 1 de enero de 1867 creó el departamento de Litoral.

Se habla de que estaba dividido en dos provincias: La Mar, capital de Cobija y Atacama, capital de San Pedro de Atacama; tenía como cantones a San Pedro de Atacama, Chiu Chiu, Calama Rosario, Susquez, Conche y Antofagasta.

Se sostiene también que al nacer a la vida republicana tenía 3.700 habitantes, en el momento de la guerra 15.000; lo dramático es que la mayoría de la población era chilena por lo que mal podía sumarse a la causa boliviana.

El Litoral boliviano tenía aproximadamente 120.000 Km2. Al norte el límite marcaba el río loa con Perú; al sur el río Salado con Chile; al oeste estaba el océano Pacífico y al este la cordillera de los Andes.

¿Qué llevó a Chile a levantarse en armas y hacer una incursión solapada, después abierta?, la riqueza que tenía el Litoral: guano, salitre y plata entre otros. El guano era de las aves (entre algunos guanay), de pelícanos que en miles de años acumularon miles de toneladas, sobre todo en la parte del morro de la península de Mejillones.

El salitre inicialmente sirvió para hacer pólvora y después como abono fertilizante de terrenos productivos, que era recogido de la superficie y de un par de metros de profundidad. A estas actividades se sumó el descubrimiento de la plata, en la zona de Caracoles, sin hablar todavía del cobre, que más adelante se convertiría en la base económica de Chile.

Algunas autoridades bolivianas habían firmado acuerdos con empresas explotadoras en 1873 y 1874, con empresas inglesas, estadounidenses y chilenas para que exploten los recursos naturales sin límites y libres de cualquier gravamen. Más adelante, como en un intento de arrepentimiento y viendo que la pobreza de los bolivianos crecía en el departamento del Litoral, se aplicó un impuesto de 10 centavos por tonelada, lo que fue el detonante final para la guerra.

Esto es lo que explica la invasión cobarde chilena, es decir su ambición por los recursos naturales. Todos estos recursos estaban siendo explotados por las empresas mencionadas y el entonces presidente chileno Pinto, entre otros, era accionista grande de una de esas empresas, causa por la que arremetió con todo, ahogando en sangre a los pocos bolivianos mal armados, el 14 de febrero de 1879.

La resistencia fue mínima, hay pueblos que se rindieron y se entregaron, con excepción de algunos que resistieron hasta la última gota de su sangre, como es el caso de Calama con el inolvidable Eduardo Abaroa, Juancito Pinto y otros.

Desde entonces, hace 136 años, venimos repitiendo que recuperar el Litoral es un deber, sin lograr avanzar ni un milímetro en el objetivo trazado. Cada vez que se habla de este tema Chile nos recuerda el Tratado de 1904 y todo termina ahí.

La población boliviana que habita ahora en territorio perdido cuenta que los chilenos nos dicen “si quieren su territorio y el mar, recupérenlo como lo han perdido”, lo que nos hace pensar que la única forma de tener nuestro territorio cautivo es a través de las armas.

Si es así, deberíamos prepararnos para ese objetivo estratégico. Para ello primero tenemos que acabar con problemas como el alcoholismo. Hay gente que bebe alcohol de viernes a lunes, y sólo trabaja efectivamente de martes a jueves, esta situación afecta terriblemente a la producción y productividad.

En segundo lugar, tenemos que dejar de ser fiesteros. En este país no hay mes que pase sin fiesta: Urkupiña, Copacabana, Cotoca, San Severino, San Miguel, San Antonio, Santa Rita, carnavales, Chutillos, Alasita, etc. Esto implica pérdida de tiempo y dinero; las únicas ganadoras son las empresas productoras de bebidas alcohólicas.

Como se ve estamos embrutecidos con alcohol y embobados por las fiestas que no nos dejan desarrollar nuestras ideas y trabajamos menos de lo debido (recuérdese que la invasión al Litoral boliviano se produjo en mes carnavalero).

Bolivia necesita dar un golpe de timón, más allá de plurinacional. Necesita ser una gran nación (respetando obviamente lo pluriétnico), una gran Patria, desarrollada económica, social, científica y tecnológicamente. Fabricar desde un alfiler hasta una nave, mínimamente.

Nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana deben estar a la misma altura o mejor que los del país agresor, disciplinados, ordenados con altos grados de conocimientos locales y universales. Mientras Chile cuenta con misiles de más de 500 Km de alcance, nosotros seguimos con nuestros sig. 510. La distancia es abismal.

Bolivia sólo cuando esté preparada de verdad, debe hablar de la recuperación del territorio cautivo. Mientras tanto los cantos de UNASUR, OEA o La HAYA son puros cuentos chinos y los representantes del Estado plurinacional trinan del mar más con fines político partidarios electorales, antes que con una opción real.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (801 Kb)      |       PDF (509 Kb)



Caricatura


Sociales

CENTRO DE ACCIÓN VACA DIEZ RINDIÓ HOMENAJE A RIBERALTA

La presidenta del Centro de Acción Vaca Diez, María Gamarra.