COMUNICABILIDADES
(Segunda parte)
Cuando hablamos de “imagen”, erróneamente pensamos que se trata de la parte visible de alguien o algo, pero es mucho más. La imagen personal es la percepción que tienen los demás de nuestra personalidad o reputación.
En otras palabras: la “imagen” de una persona no sólo es el conjunto de sus rasgos visibles (vestimenta, postura, gestos, mirada, peinado, etc.), sino también el conjunto de recursos intangibles (actitud, pasión, conocimiento, valores, ideas, perfil profesional, estilo de comunicación, etc.).
Sí señores… la imagen va más allá de la apariencia física. Se trata de “cómo nos perciben los demás”. Y esto también vale para las instituciones. No sólo es cuestión de lo que se ve (edificios, oficinas, muebles, decorados, uniformes, etc.), sino del conjunto de percepciones que se genera en los clientes o visitantes (trato al cliente interno y externo, valores, actitudes, amabilidad, estilo de comunicación, etc.).
Tal como señalé la anterior semana, la comunicación de la imagen es de suma importancia en cualquier institución (empresa, medio de comunicación, ministerio, etc.), y en este punto es crucial el trabajo de relaciones públicas y la atención al cliente, porque de ese primer contacto dependerá la construcción real de nuestra imagen.
Algo importante: “las personas olvidan lo que les decimos, pero jamás olvidan cómo las hacemos sentir”. Si usted quiere que sus clientes o visitantes tengan una buena imagen suya, trátelos bien…y regresarán.
(*) Consultor en Comunicación con amplia experiencia en radio y televisión. Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación. Encuentra a Gabriel Astorga y Xperticia en Facebook.