Alerta roja en Cobija por inundación

El desborde del río Acre ha ocasionado que las autoridades del departamento de Pando declaren alerta roja y sean evacuadas al menos 400 familias afectadas por la inundación de sus propiedades.

Al final de la noche del viernes y las primeras horas de ayer, efectivos del Ejército, funcionarios de la Gobernación y del municipio ayudaron a los damnificados a salir de sus viviendas anegadas de agua para ser llevadas a los lugares dispuestos para que pernocten como coliseos y establecimientos educativos, donde se les está proporcionando alimentación.

Mucha gente con ayuda de efectivos militares lograron sacar las pertenecías de valor a fin de que no se las lleve el agua.

Ayer se anunció que era inminente que las aguas que se desbordaron del río Acre lleguen a Cobija, obligando a la inmediata evacuación de la gente que quedó afectada.

El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, llegó al lugar para inspeccionar los barrios que quedaron anegados por la crecida del río.

La autoridad señaló que se está haciendo monitoreo de la crecida de este río, por esa razón y en coordinación con la Gobernación, Alcaldía, Fuerzas Armadas y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) se está procediendo a la evacuación de las familias.

De acuerdo con los últimos reportes, las aguas quedaron al nivel del puente Wilson Piñeiro, que une la capital pandina con Brasileira. La situación empeoró por la intensa lluvia que cayó sobre esa región desde la noche del viernes.

Según datos de Defensa Civil, los tres albergues habilitados recibieron 150 familias damnificadas hasta la fecha; otras optaron por acudir a casas de parientes, amigos u hoteles. En total son 400 familias las familias damnificadas, unas 1600 personas, entre adultos y menores de edad los afectados, según el reporte de El Deber digital.

ALERTA ROJA

El gobernador del departamento de Pando, Édgar Polanco, anunció ayer la declaratoria de alerta roja en ese departamento debido al desborde del río Acre que inundó los municipios de Cobija y Bolpebra. Según la autoridad este último municipio se encuentra completamente inundado, los habitantes del lugar habrían perdido sus casas y sembradíos.

Según el último reporte, dado a conocer por Erbol, las aguas llegaron a los 17,70 metros. La autoridad alertó que el turbión llegó silenciosamente a la capital pandina. Desde la noche del viernes llegaron a crecer unos tres metros e ingresaron a una parte de la Circunbalación de esa ciudad (con unos 50 centímetros de profundidad).

Hasta ayer son cuatro los barrios que están afectados: los barrios Junín, Mapajo, Villa Montes y Catarata, según el reporte este último barrio es el más afectado, producto de ello se han evacuado a unas 60 familias. En este lugar están efectuando labores de ayuda efectivos de la Armada y del Servicio Departamental de Caminos.

SAN BORJA

Otro de los municipios en el noreste del país, como San Borja, también ha sufrido las consecuencias de las lluvias, así lo hizo conocer ayer el alcalde interino de esa población Javier Mayta que en contacto con Erbol afirmó que existe peligro de inundación y que por ello se ha evacuado a algunas familias.

“Estamos preocupados por la crecida de los ríos Maniqui y Colorado, porque hemos sufrido inundaciones sumamente fuertes. Pero como municipio estamos trabajando, el COE municipal se ha formado hace un mes atrás y ya estamos empezando a trabajar la comisiones y tenemos una ley de riesgos que nos permite declarar la alerta naranja por la crecida de los dos ríos”, afirmó.

Producto de esa emergencia se tienen dos comunidades indígenas evacuadas que suman unas 36 familias, dijo, quienes se encuentran en carpas.

“Con el municipio estamos trabajando lo que es alimentación, porque han perdido toda sus plantaciones como arroz y yuca. También estamos trabajando en lo que es la atención médica”, afirmó.

A estas comunidades se suman otras que están río abajo y resultaron afectadas como: Chacal, Monterrosa, Campo Bello y Chanfal, hasta donde se trasladó una comisión para realizar la evaluación y cuantificar los daños, a fin de establecer la cantidad de familias que resultaron afectadas para poder ayudarlas.