50 comunidades subsisten con crianza de camélidos

Yunchará y El Puente tienen 14 mil ejemplares de llamas de alta calidad genética.


Ejemplares de alpacas en Yuticancha, municipio de Yunchará.
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Tarija (EL DIARIO).- Con más de 14 mil ejemplares de llamas de alta calidad genética, unas 50 comunidades del municipio de Yunchará y El Puente, en la Zona Alta del Tarija, hicieron de la crianza de llamas y alpacas el principal sustento de la economía familiar, mediante la comercialización de carne, charque, chorizos y se proyecta a los textiles.

Según los ganaderos, con la cría de llamas en los últimos años lograron incrementar su patrimonio económico en un 30 por ciento y ahora apuestan a fomentar la crianza de alpacas en la comunidad de Yuticancha en el municipio de Yunchará con 70 ejemplares de la raza huacaya en el marco de un proyecto experimental en la que participan como una veintena de familias.

El proyecto de repoblamiento de camélidos en la Zona Alta de Tarija inició en el año 2002 con 200 llamas y en los últimos siete años se logró incrementar la población de forma considerable superando las 14 mil llamas, debido a los cuidados e interés de los ganaderos, indicó el director de la organización No Gubernamental Protección del Medio Ambiente Tarija (Prometa), Rodrigo Ayala, impulsor del proyecto.

El éxito de la crianza de camélidos en la Zona Alta motivó que algunas comunidades del municipio de Padcaya y la parte alta de San Lorenzo también participen e incursionen en el rubro, agregó Ayala.

Al indicar que técnicos de Prometa realizaron y aún prestan la asistencia técnica a los ganaderos de manera que eligen los meses que deben procrear los animales para que las crías no mueran de frío, hacen la selección de las llamas para que no haya consanguineidad; y para la calidad de fibra controlan que no haya apareamiento entre animales de diferentes colores.

A esto se suma el control de desparasitación en dos temporadas al año, logrando como resultado camélidos de alta calidad genética en el sur del país.

“Tarija se consolidó como proveedor de la especie camélida, debido al descuido en la calidad genética de estos animales en otras regiones del país”, comentó.

Antenor Farfán, miembro de la Asociación de Ganaderos de Camélidos de Tajzara,  indicó que en los últimos años, entre el municipio de Yunchará y el Puente, se tiene alrededor de 2.500 ganaderos, aunque las familias interesadas en sumase a los proyectos va en aumento.

“Muchos han visto que nos ha ido bien, y ahora quieren dejar la cría de ovejas por las llamas y alpacas”, precisó Farfán, sin dejar de recodar el apoyo de Prometa.

COMERCIALIZACIÓN

La  carne de llama y sus derivados poco a poco se ganó el mercado tarijeño y es buscada por la población. Es a través de la Asociación de Productores de Llama Tajzara, que opera desde 2007 que se accedió a un puesto permanente en el Consejo Regional de Abasto y Mercadeo Agropecuario (Crama), donde se vende los productos en la ciudad de Tarija.  Aunque no se tiene establecido el precio de los productos, el kilo de carne de llama cuesta entre 24 y 30 bolivianos

Mientras en el municipio de Yunchará se incorporó la carne, el charque y chorizo en el desayuno escolar de los estudiantes.

TEXTILES Y MATADERO

En complemento del proyecto, Ayala indicó que ahora el desafío es darle un valor agragado a la fibra de llama, con la elaboración de prendas de vestir mediante la Asociación de Textiles y artesanos de  Yunchará, quienes si bien ya han empezado a usar prendas hechas de fibra de llama de forma incipientemente se busca ampliar el mercado de los tejidos y mejorar la calidad.

Explicó que se iniciaron conversaciones con algunas instituciones para implementar una hilandería con acceso a tecnología, capacitación y asistencia para las mujeres de la zona ganadera, todo como una alternativa económica.

Otro emprendimiento esperado es la construcción del matadero para el faenado de la llama, la obra que está en proceso de licitación por parte del Sedag y la Gobernación del departamento se ubicará en la comunidad El Campanario demandará una inversión de aproximadamente tres millones y medio de bolivianos, dos millones para la infraestructura; un millón y medio para el equipamiento.

Actualmente, el faenado de la llama, de 10 a 20 animales, se lo hace en el matadero de Tajzara cada fin de semana y los días entre semana se realiza de acuerdo a la demanda de la población.

 
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