Entre lunes y viernes

La semana tiene siete días. De ellos, los nuevos asambleístas de las cámaras Alta y Baja utilizan dos para viajar y retornar de sus regiones de origen. Sábado y domingo, como funcionarios públicos, están de asueto. En total, cuatro días, más o menos, el parlamento está vacío, salvo el trabajo especial de las comisiones.

Esta característica es una vieja costumbre de senadores y diputados prácticamente desde que se creó la República en 1825 y continúa vigente aunque, también es destacable la famosa maratón destinada a aprobar proyectos, conocida con el ribete: “por tiempo y materia” que, generalmente mantiene despiertos a los legisladores hasta la madrugada del día siguiente.

La presente legislatura constituye en el fondo, para la mayoría de parlamentarios, un curso acelerado para entender, aprender y aprobar proyectos de ley.

En el actual contexto, los parlamentarios enfocan dos temas de trascendencia: 1.- El proceso de privatización de empresas estratégicas del Estado y 2.- Una comisión indígena-originaria investigará, independientemente y por su cuenta, cuál es el destino de los créditos del Fondo Indígena que hoy es materia de escándalo.

En las fotografías, los primeros pasos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, todavía midiendo fuerzas y sobre todo conocimientos entre los componentes de bancadas y de comisiones. (Clovis Díaz) (clovisdiazf@gmail.com)