Francia desplegó en el Golfo su portaaviones Charles de Gaulle de propulsión atómica, como parte de las operaciones de la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak.
Los primeros aviones de combate Rafale despegaron ayer del Charles de Gaulle, que navega a unas 120 millas náuticas (200 km/h) al norte de Bahréin, en el Golfo, camino de Irak.
Desde su nueva posición, los aviones franceses podrán alcanzar sus objetivos en una hora y media de vuelo, la mitad que desde la base emiratí de Al Dhafra, empleada por la Aviación francesa.
Los países de la coalición, que excluyen enviar tropas terrestres a la zona, también emprendieron misiones de consejo y adiestramiento del ejército iraquí.