¿Por qué abrimos desmesuradamente la boca, inspiramos durante un rato y la volvemos a cerrar cuando tenemos sueño o nos aburrimos? La respuesta no es fácil y los expertos no se ponen de acuerdo. “No está tan claro que sea como creemos porque nos aburrimos, sino que da la impresión, por los estudios de los últimos años, que es más una cuestión de empatía”, explica el profesor Manuel Díaz-Rubio, presidente de honor de la Real Academia Nacional de Medicina.
Algunos estudios relacionan el bostezo con el hipotálamo, una zona del cerebro encargada de regular funciones básicas como el hambre, el sueño, la temperatura o el comportamiento sexual.