La llave para salir de todo estancamiento personal

Son muchas las personas en este mundo que aún sin darse cuenta, hacen el papel de víctimas; las personas que juegan este rol se caracterizan por no responsabilizarse de lo que pasa en su persona, de lo que pasa en sus pensamientos y creen que la felicidad de ellos depende de otras personas.

Es muy cómodo hacer que los demás vivan complaciéndonos y atendiendo todas nuestras necesidades; sin embargo, cuando la vida tiene otros planes, este tipo de personas se ven sumergidas en estados de negatividad intensa, de desequilibrios corporales por comer mucho o por tener conflictos con la comida y como no asumen ni quieren asumir responsabilidad alguna, los resultados actuales de su vida, como proceden de una actitud de víctima, pronto les van mostrando que lo incorrecto no puede producir una felicidad ni una dicha duraderas.

Mientras las personas que viven estancadas en sus actitudes de víctimas no estén dispuestas a renunciar a dicho papel, mientras no estén dispuestas a tomar la decisión de aprender a responsabilizarse, de manera gradual de todas sus obligaciones y de todos sus deberes que tienen con su propia persona, con su familia y con todo su entorno, mientras no tomen esa decisión, seguirán inmersas en su papel de víctima, hasta que el plazo que la vida les ofrece se vaya venciendo y si hasta ese tiempo no han querido cambiar sus actitudes, serán las necesidades de la vida que comandarán la vida de esas personas.

Aprender a responsabilizarse de conocer la verdad de la propia vida y de conocer la posición que ocupan en el mundo, es el comienzo de la solución de toda persona estancada en este mundo.

Es necesario hacer un pequeño ejercicio de regresión para borrar todo el dolor asociado a la conducta responsabilizarse y aprenderemos a hacer este ejercicio ahora mismo: Recostado y con los ojos cerrados repetir durante diez minutos las siguientes palabras inductoras: Responsabilizarme de todos los aspectos de mi vida me es muy doloroso. Si deseas un desestancamiento más profundo y eficaz, repite las palabras inductoras por treinta minutos y al final dices cancelado y borrado y tomas la decisión de volver a repetir este ejercicio por tiempos similares antes de hacer cualquier tarea que te resulte tediosa o antes de tomar una nueva y positiva decisión como la de volver a tus estudios o la de tratar mejor a tu madre o a tus seres queridos y cuando eso suceda, notarás que comienzas a responsabilizarte de tus conductas, de tus actos, de tus pensamientos y de la felicidad que pueda producirse en tu y en tus seres queridos.