Armadillo gigante en peligro de extinción

El armadillo gigante (Priodontes maximus, Kerr, 1792) se encuentra en situación vulnerable, indica el último estudio presentado en el Libro Rojo de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia según la evaluación de 2008. Este animal estaría siendo sacrificado a consecuencia de las inundaciones en las regiones bajas del norte de La Paz y Beni.

Susana Carpio, responsable de Animales SOS, dijo a EL DIARIO que llegó a conocer por medio de las redes sociales el sacrificio de un armadillo gigante, pero que sin embargo la misma referencia no tenía origen de la fuente y de su actualidad.

Ester animal, según el Libro Rojo, de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia es la especie más grande de armadillos vivientes, con un largo de 750-mil milímetros; largo de cola 500-550 milímetros; largo de pata 180-190 milímetros, oreja 47-59 milímetros y un peso para los adultos de 30 kilogramos.

"Es una especie endémica de Sudamérica y distribuida sólo al este de los Andes; desde el norte de Venezuela y el sur de Guyana hasta el sur de Paraguay y norte de Argentina. En Bolivia es una especie de distribución amplia, se encuentra en los departamentos de Beni, Cochabamba, La Paz, Pando y Santa Cruz", refiere el texto.

Según Carpio, la principal amenaza contra esta especia es la caza, en su mayoría con fines de subsistencia de los habitantes de esas regiones, que escapa al control que se debería ejercer a partir de la Ley 1333 que protege a los animales de vida silvestre. (Capítulo VI de la Flora y la Fauna Silvestre).

El documento elaborado por Conservación Internacional al respecto señala que entre las principales amenazas contra el armadillo es la caza con fines de subsistencia y la destrucción de su hábitat. "Su gran tamaño hace presa favorita para los cazadores y por ello es la especia de armadillo ampliamente cazada por grupos indígenas como Sirionó, Ayoreo Chiquitano, Tsimane y Tacana".

En cuanto a las medidas de conservación, el documento afirma que "existe la necesidad en el país y en otros países de Sudamérica de disminuir la presión de caza y preservar su hábitat para permitir su sobrevivencia de poblaciones viables". Para ello se sugiere que las entidades llamadas por ley realicen estudios para determinar el estado de las poblaciones de esta especie en el país "y se urge que se trabaje en una estrategia para esta especie y otras especies de armadillos presentes en el país".