Una gran porción de la ciudad de Oruro, denominada “nueva” no tiene alcantarillado sanitario ni agua, debido a que la mayoría de las construcción fueron efectuadas de manera ilegal al ser producto de loteamientos.
Según los pobladores, si bien el servicio de energía eléctrica fue ampliado, no basta tener luz para vivir, sino también se necesita de agua potable para el consumo diario; no hay aceras ni cordones y mucho menos calles pavimentadas; donde viven cincuenta mil familias en los alrededores de la ciudad.
El presidente de la Coordinadora de Juntas Vecinales Periurbanas, José Flores, dijo que a mucha insistencia se logró la instalación de energía eléctrica y agua potable, pero muy pocos tienen el servicio a domicilio. En algunos barrios, solamente hay piletas públicas para obtener el líquido elemento.
El crecimiento desordenado de la ciudad de Oruro empezó el 9 de junio del 2006, cuando el Movimiento Sin Techo decidió ocupar extensas áreas de propiedad de la familia Urquidi.