Un socialismo hualaycho

Al conocer la actuación del Presidente del Estado Plurinacional y Folclórico en la campaña para elegir mandos intermedios, y sobre todo la adhesión votante a cambio de obras beneficiosas para la comunidad, no pude menos que lamentar esos hechos y comentarlos con mi colaboradora periodística.

La cholita cochabambina tan alegre como un cascabel se sorprendió al verme tan taciturno viviendo el país la fiesta electoral donde todos bailamos y nos divertimos a costa de los “levudos” candidatos que aspiran a ser gobernadores y alcaldes.

Por vez primera en el día asomó una sonrisa a mi rostro envejecido y tuve que preguntar a mi comadritay de dónde había sacado a la circulación la vieja palabra “levudo”, pues ahora nadie viste las levas de antaño.

Festiva como siempre, me dijo: “ya no se usará las levas, pero habrá levudos siempre, como usted, por ejemplo”.

Felizmente no me sentí ofendido y pregunté a mi reportera cascabelera por qué me colocaba entre los “levudos” de este país, obteniendo la siguiente respuesta: “lo hago por no llamarlo otra cosa también terminada en “udo”, categoría a la pertenecen las personas como usted que se preocupan mucho por lo que hace y dice el señor Evo Morales para ganar votos en la fiesta democrática que se realizará a finales de este mes”.

Cayendo en su juego, dije a la cochalitay que Evo es el líder indiscutible de nuestro país, clasificado mundialmente como un país socialista del nuevo milenio.

La cholita se cubrió la boca con una mano para no reírse desfachatadamente de quien suele considerarse a sí mismo como viejo periodista y escritor.

Cuando volvió la seriedad a sus palabras me dijo con voz pausada y tranquila que Evo Morales es un socialista, pero es un socialista “hualaycho” (léase travieso, pícaro e irreverente), como lo son sus colaboradores y hasta su vicepresidente Alvarito García Linera, quien para disimular su “hualaycherío” socialista compra libros, los cataloga, y lee algunos.

Quedé absorto ante esta versión del “Socialismo hualaycho”, y Macacha remató sus conocimientos intuitivos, diciéndome que muy pocos seguidores de Evo han leído a Marx, pues prefirieron entretenerse viendo algunas viejas películas de los Hermanos Marx.

Quedé atónito y turulato ante la insólita interpretación del “Socialismo hualaycho” que me explicó mi comadre nacida en Quillacollo, reconociendo que ella sabe más que yo, admitiendo que soy un pobre “levudo” al juzgar con seriedad y preocupación las cosas que hace y dice nuestro presidente vitalicio Evo Morales.

Al final de nuestra sesión de trabajo, no pude menos que agradecer a la cholita reportera, pues me enseñó a ver y juzgar con mayor claridad a nuestros gobernantes socialistas, hualaychos sí, pero socialistas.