La creatidad culinaria de la Primera Escuela de Hotelería y Turismo de Bolivia (EHT) afloró durante una cena reservada de vanguardia, ofrecida en el espacio gastronómico Las Sirenas del Titicaca.
Una decena de cocineros junto al chef instructor Juan Pablo Reyes deleitaron a los comensales con sofisticados platillos inspirados en nuestra ciudad, desde las tradicionales pasankallas pulverizadas, pasando por las papitas fritas de la tienda y el fresco de mocochinchi hasta el exótico carachi, por nombrar algunas recetas de las entradas, los platos de fondo y los postres preparados en once tiempos.
El director de la EHT, Guillermo Iraola, dio la bienvenida a los invitados y dijo que las nuevas generaciones de cocineros bolivianos tienen nuevos desafíos ante el crecimiento de una competencia desmedida y desleal, que no se mide en apropiarse del trabajo ajeno.
"Los alumnos de la Escuela tienen la responsabilidad de difundir, crear, investigar y proteger el patrimonio cultural gastronómico y para ello deben obtener el respaldo permanente de todas las instancias de la sociedad", dijo.