Salud de detenidas se deteriora

Un preinfarto, el riesgo de perder su casa por la falta de pagos al banco, por la suspensión de sus salarios, que repercute en su propia alimentación, son algunas de las consecuencias que los familiares de las enfermeras del Hospital del Niño, Martha T., con detención preventiva en la cárcel de mujeres de Miraflores, e Isabel C., con detención domiciliaria, denuncian que están pasando ante la inoperancia de la comisión de fiscales que investiga el Caso Alexander que, entre otras irregularidades, no cuenta con investigadores desde hace al menos dos semanas.

“Esa tarde (14 de noviembre), me llamaron para declarar (en la Felcc) y de ahí es que ya no volví a mi domicilio”, contó en contacto telefónico, desde su detención domiciliaria a la Red Erbol, la licenciada en enfermería, Isabel C., quien cuenta con 30 años de experiencia y varias especialidades en Pediatría.

“El bebé falleció el 13 (de noviembre) y el 14 mi mamá fue a declarar, de ahí en más mi mamá no volvió a casa”, aseguró en entrevista televisiva, Aylín, hija de la licenciada egresada por excelencia en Enfermería, con 25 años de experiencia, dos maestrías, exdocente de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), autora de dos textos en su área y otras menciones.

Ambas enfermeras fueron imputadas por los representantes del Ministerio Público, Edwin Blanco, Susana Boyan, Leopoldo Ramos y la actual fiscal de Distrito, Patricia Santos, bajo los cargos de encubrimiento, complicidad e infanticidio (ante la inexistencia de la figura legal de “negligencia médica”), en caso de la muerte y supuesta vejación del bebé de ocho meses Óscar Alexander, quien estaba a resguardo de la Gobernación de La Paz, en el Hogar Virgen de Fátima.

SIN INVESTIGADORES

Por su lado, la abogada Paola Barriga denunció que el caso no cuenta con investigadores desde hace dos semanas y al igual que Fredy Velásquez, abogado del médico imputado por violación, coincidió en señalar que al momento no les permiten conocer los detalles de la imputación.

“No hay celeridad en el proceso, no existe una investigación eficiente, todas las semanas, si no cambian a los fiscales cambian a los investigadores en que vamos a parar si no se tiene una correlación de todo lo que se está realizando”, declaró Barriga.

SALUD DE LAS ENFERMERAS

En el caso de ambas enfermeras, Isabel C. y Martha T. son las hijas mayores quienes sostienen que a pesar de los expedientes prolijos de las enfermeras y la detención del supuesto violador, (contra quien no existe prueba material), los fiscales las calificaron como “una amenaza para la sociedad”, lo cual además de la gran indignación, les han causado grandes problemas que estarían desintegrando sus hogares.

En el caso de Isabel C., sometida a una “suspensión sin goce de haberes”, desde noviembre, se ve impedida de sustentar y dar los cuidados necesarios a su madre de 98 años, su nieto e hija, además de que por falta de pago al banco, corre el riesgo de perder su vivienda.

PREINFARTO

Con el mismo tipo de suspensión salarial, Martha T. está recluida en el Centro de Orientación Femenina )COF) Miraflores, sin poder aportar al sustento de sus dos jóvenes hijos que estudian en la universidad, y la pequeña tienda que atendía el esposo, con problemas de audición, tuvo que ser cerrada, por los gastos que les ha ocasionado el proceso judicial.

Ayiln, en su breve testimonio, afirma que sus padres mantenían una unión familiar ejemplar, siendo que al momento de sentarse a la mesa, debían estar los cuatro. “Así tengamos que esperar una o dos horas para que estemos todos, ahora ella está detenida, y sola, y por eso se deprime (…) en enero ya ha tenido que ser llevada a Emergencias del hospital Obrero, porque tiene presión alta, por los nervios le dio un preinfarto (…) ¿si pasa algo a mi mamá, la justicia me la va a devolver?”, cuestionó Aylin a los fiscales, con la voz quebrada.