La crisis política en Brasil sigue arrastrando a la economía y se deprecia aún más el real. La moneda arrancó el martes en 3,17, un 1% más depreciada que el 3,12 por dólar de ayer. En 2015, la devaluación supera el 20% y ya llega a 10% en marzo.
El gobierno de Dilma Rousseff busca retomar la iniciativa política y volverá a insistir en el Congreso con su plan de ajuste de gastos de hasta 40.000 millones, rechazado por la oposición y la opinión pública que se queja de la corrupción tras el escándalo con la empresa Petrobras.
En paralelo, crece la desconfianza de los consumidores, la inflación superó en febrero el 1% y el déficit comercial tocó niveles récord. Para este año las primeras proyecciones privadas prevén una baja del PBI entre 0,5% y 1%.
Por su parte, la presidente Dilma Rousseff afirmó que Brasil está lejos de una crisis y sus fundamentos económicos siguen siendo sólidos. Además dijo que el Gobierno hará todo lo posible para asegurar la recuperación económica para fines de año.