Luz violeta contra las pesadillas

Existe una experiencia en todo ser humano que sucede alguna vez en la vida o en momentos críticos de nuestra existencia: me refiero a los sueños asustadores o pesadillas como los conocemos.

Cuando las personas tienen pesadillas y están sumergidas en un sueño profundo, en el momento de la pesadilla no tienen idea de que esa experiencia es sólo mental y no tienen recurso alguno para poder hacer frente a la imagen mental amenazante que les está aterrorizando en ese momento.

En el arte de la curación pránica existe un recurso para curar a las personas en el contexto de la energía vital, este recurso es la proyección de energía de color violeta desde una de las palmas de la mano, usualmente la mano derecha.

A la hija de una amiga que tenía frecuentes pesadillas le enseñé esta habilidad  y le hice practicar el ejercicio hasta que se volvió algo automático y ya con su recurso, procedió a dormir con toda tranquilidad, claro está que le pedí que no comiera en abundancia, pues esa acción también produce pesadillas.

Como bien sabemos, todo llega en la vida y para esta pequeña jovencita llegó su momento de sueño negativo, su pesadilla y, según me cuenta, se formaba una energía negra en su habitación y veía caras amenazantes, como ya estaba preparada orientó su mano izquierda hacia lo alto y pidió la energía pura de Dios y con la derecha proyectó luz violeta brillante y se mantuvo tranquila observando cómo esa energía negra que ella visualizaba o tal vez sólo imaginaba, fue clarificándose poco a poco, apuntó su rayo de luz violeta a cada rostro endurecido y amenazante y para su sorpresa, las imágenes fueron clarificándose y en unos momentos más, toda su habitación se había llenado de una luz más clara y totalmente armoniosa y pacífica; la jovencita pudo dormir el resto de la noche en paz.

El fenómeno es sorprendente y puede servir a cualquier persona que padezca de pesadillas o de sueños amenazantes. Sin embargo, es necesario hacer el ejercicio previamente para ejercitarse y tener toda acción preparada y automática para que en cualquier situación que se presente de esa naturaleza, se pueda hacer el ejercicio ya descrito.

Para que nuestro querido amigo o nuestra querida amiga tenga una idea clara del ejercicio, lo voy a repasar: oriente su mano izquierda hacia arriba, diga mentalmente: “Energía pura de Dios ven a mí”, apunte su mano derecha hacia la imagen mental amenazante o hacia el color o energía que le asuste y manténgase proyectando esa energía mientras controla su ritmo respiratorio con tranquilidad, si hace el ejercicio tal como se lo estoy pidiendo, habrá adquirido una valiosa herramienta para su mejoramiento y para su tranquilidad mental.