Protesta fue menos contundente

Varios motorizados particulares y pertenecientes a algunas instituciones de la ciudad de Viacha coordinaron con organizaciones sociales para transportar pasajeros a diferentes destinos de la urbe alteña, lo que aminoró el perjuicio durante el segundo día de paro.

Este miércoles se cumplió el segundo día de paro de 48 horas de los chóferes de la ciudad de El Alto, el cual comenzó como una medida departamental, pero que pronto se fue reduciendo solo al perímetro de la urbe alteña.

La medida inició con fuerza el pasado lunes, sin embargo, en la víspera se vio reducida debido a que la población alteña encontró nuevas formas de combatir la protesta, entre ellas, la colaboración entre los propios vecinos ya que los ciudadanos que cuentan con un vehículo particular circulaban trasladando a quienes debían caminar para llegar a sus destinos.

Por otra parte, automóviles de diferentes entidades militares, policiales y del Ejecutivo Municipal salieron a las calles para complementar el traslado de vecinos quienes realizaron largas filas para poder abordar los vehículos.

La jornada calurosa no fue impedimento para que los alteños caminen largas cuadras para llegar a sus destinos y una vez más muchos hicieron uso de motocicletas y bicicletas para traspasar los puntos de bloqueo.

“Vecinos, no vamos a permitir que estos chóferes nos amedrenten. Por lo tanto convoco a resistir este bloqueo abusivo se los chóferes y movilizarnos, no se puede tolerar más abusos”, fue una de las afirmaciones de un dirigente de la junta de vecinos de Villa Adela a través de un megáfono desde la iglesia Virgen del Rosario quien trató de reunir a sus vecinos para enfrentar el paro de los choferes.

MENOS PUNTOS DE BLOQUEO

Por su parte, los operadores del transporte instalaron menos puntos de bloqueo debido a la presencia de más efectivos policiales y la declarada resistencia de los vecinos.

Los transportistas que piden una nivelación del pasaje y rechazan las rutas fijadas para el transporte municipal, bloquearon vías aledañas a la Universidad Pública de El Alto (UPEA), la avenida Bolivia y el puente Río Seco.

A la par un fuerte resguardo policial se instaló en esos puntos, aunque solo para vigilar que no existan desmanes.