Fórmula sencilla

Prosiguiendo con las valiosas investigaciones y sugerencias de política que realiza Andrés Oppenheimer, en su ¡Crear o morir!, las cuales se podría adoptar, para un mejor y más rápido desarrollo por los “países en desarrollo” o aun los emergentes, dos merecen destacarse.

Una es la denominada “fórmula de los makers” que disponen de innovación y acceso a la investigación gratuitas. Los “makers” o hacedores son aquellos individuos que producen innovaciones tecnológicas, en sus casas, en laboratorios, “cuyos seguidores publican en Internet sus proyectos y sus secretos, con la premisa de que les conviene más compartir sus trabajos con todo el mundo, y recibir sugerencias de todos, que mantenerlo en secreto”.

El ejemplo destacado que escoge Openheimer, es el de un joven de origen mexicano que llegó a los Estados Unidos a sus 20 años, prácticamente huyendo de su entorno familiar, al ser un “ni-ni”, esto es, en su país ni estudiaba ni trabajaba. Su nombre: Jordi Muñoz; como sucede con miles de inmigrantes que esperan lograr su residencia en el “país imán”, mientras esperaba sus papeles de residencia, cuidaba a su bebé y escribiendo blogs de amateurs de computación, robótica y drones, temas que lo habían apasionado desde pequeño, con una pasión especial por la aeronáutica, se unió a una red de “makers” que intercambiaban información sobre sus proyectos y descubrimientos, “más una pizca de suerte, lo convirtieron de la noche a la mañana en uno de los empresarios más prometedores de Estados Unidos”. Obviamente aquí se cumple lo que escribí en la nota de la semana pasada, el hecho de encontrarse en un “ecosistema” -Silicon Valley- que haga posible la innovación.

“Su padrino empresarial y socio, Chris Anderson, el exdirector de la revista “Wired”, quien renunció a su puesto en 2012, para crear 3D Robotics, junto con Muñoz, mediante la cual estaban vendiendo aviones no tripulados para la vigilancia aérea policial, filmaciones para canales de televisión, envíos de medicamentos a lugares remotos, sobrevuelo a campos agrícolas para detectar plagas y otras”. Se había iniciado el desarrollo y producción de los “drones”, la cual promete dispararse en 2015, cuando la Administración de Aviación Federal de Estados Unidos dé a conocer sus reglamentos para el uso de estos artefactos en la distribución de productos comerciales en las ciudades, incluyendo pizzas, correspondencia y otros”.

¿Recuerdan el carnaval de 2014 en Oruro?, los canales de TV ya usaron drones para hacer conocer diferentes facetas de esta importante actividad folclórica y religiosa en Oruro, que atrae miles de turistas a la capital kirkincha, durante esos días de fiesta.

¿Cómo fue posible este milagro? Al unirse a la red “Do it yourself drones”, donde un pequeño grupo intercambiaba sus avances para hacerse sus propios drones, experimentando por su cuenta con aviones no tripulados de juguete. Muñoz había explicado en su blog cómo había hecho volar su helicóptero con partes de su video juego y a los pocos días empezó a postear fotos y videos que mostraban su helicóptero volando a control remoto. Aquí se aplica el principio de compartir conocimientos en vez de competir.

Para concluir esta nota. El futuro de los drones como producto industrial y comercial es gigantesco. El pobre joven mexicano inmigrante es ahora el ejecutivo y socio de una de las grandes empresas en el rubro. Pero ha decidido retornar a sus estudios en una universidad en línea. Cree que eso reforzará sus cualidades científicas innovadoras. ¡Qué hermosa lección para miles de jóvenes creativos en nuestros países!