Flashback

El periodista de EL DIARIO, Carlos Quisbert Fernández, en el momento en que salía de un vehículo policial, para ingresar al penal de San Pedro, en la ciudad de La Paz, después que una autoridad ordenara su detención.

La imagen nos recuerda a los años 70 del pasado siglo, cuando el gobierno militar-civil del general Hugo Bánzer Suárez se ensañó contra los periodistas de todo el país, imponiendo en cada medio de prensa un “coordinador” que controlaba noticias y opinión, censurando las que no le convenía al régimen. Aquella dictadura, bajo la Ley de Seguridad del Estado, persiguió a los trabajadores de la prensa boliviana, hasta expulsar cerca de un centenar de periodistas y encarcelar a otros tantos.

La detención del periodista de EL DIARIO despertó solidaridad nacional e internacional y creó repudio a una actitud soberbia que dice mal de la Justicia y del sistema político vigente.

LIBERTAD

La libertad de Carlos Quisbert, el día de ayer por la tarde, fue gracias, entre otras expresiones de defensa, a la movilización de EL DIARIO en particular y de periodistas de nuestro país que actuaron independientemente de las principales organizaciones de la prensa, cuyos componentes duermen el sueño, supuestamente, de los justos.

Fue notoria la ausencia de instituciones creadas a lo largo de la historia del periodismo que, en el fondo, después del caso que hoy comentamos, dejaron de ser representativas para nuestro gremio, a excepción de la Asociación Nacional de Prensa (ANP), que sí tuvo marcada presencia en la lucha desigual que comentamos.

Queda el testimonio de este atropello, en la memoria de la opinión pública nacional e internacional. (Clovis Díaz) (clovisdiazf@gmail.com)