Exportadores y transportistas asumen millonarias pérdidas

El sector de transporte se resiente con las pérdidas económicas que incurre, tras el derrumbe del puente San Pedrito, que une Cochabamba con Santa Cruz. Esa vía en un corredor de exportaciones vital para la salida de producción hacia los países vecinos. Este sector ha comenzado hace semanas a sentir los efectos, pero se dan modos para cumplir con los contratos al utilizar la vieja carretera existente entre ambos departamentos aunque a costos y tiempos elevados; aún se encuentran estimando las pérdidas económicas.

Guillermo Pou Munt, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), dijo a EL DIARIO que había un estudio para el mantenimiento de los puentes en todo el recorrido que une Cochabamba con Santa Cruz, inclusive hasta llegar a la región chilena; el tema está pendiente y las entidades gubernamentales incumplen el mantenimiento vial.

Por el momento, las exportaciones hacía puertos del Pacífico recorren la ruta antigua, y se desvían por Sucre, y llegar a destino. En el sector exportador prima un principio que a la vez es una advertencia: Un mercado perdido es más difícil de recuperarlo.

Las autoridades del sector informaron que el puente metálico (Bayley) estaría habilitado hasta el lunes de la próxima semana, pero sólo brindará servicios a movilidades pequeñas, ya que para las grandes se abrirá recién la ruta en el plazo de 30 días.

TRANSPORTISTAS

“En Bolivia se acostumbra a intervenir cuando suceden las desgracias y no se acostumbra a prevenirlas. Las carreteras y puentes del país son el mejor ejemplo”, precisó el dirigente del transporte pesado en Santa Cruz, en directa crítica por la caída del puente San Pedrito,  construido en 1959. No hubo “mantenimiento preventivo” y es un ejemplo del “mantenimiento reactivo”, coincidió con Pou Munt, Herlan Melgar, presidente del Sindicato de Transporte Pesado en Santa Cruz, quien subrayó que mientras tanto, el transporte pesado pierde entre 200 a 220 dólares al día por la interrupción del servicio en esa vía de exportación.

POSICIÓN OFICIAL

La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) prevé que el puente provisional que reemplazará al puente San Pedrito, que se desmoronó el 27 de febrero debido a la crecida del río, estará listo el lunes e informó que será utilizado solamente por vehículos livianos (autos, camionetas, vagonetas y similares).

ALTO TONELAJE

En 30 días, la ABC prevé habilitar un paso vehicular para transporte pesado (camiones, buses y otros) consistente en un puente metálico, denominado Bailey. La obra es crucial para la conexión entre los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz.

De esta manera el puente metálico será librado al servicio público cuando la nueva directora de la ABC, Noemí Villegas, minimizó la magnitud del hecho en varias declaraciones efectuadas a los medios de comunicación y tras el siniestro anunció que en “pocos días” el paso carretero estaría restituido lo que no sucedió en los hechos porque desconocía la situación del conductor del camión que fue atrapado en el derrumbe y que se encontraba debajo las aguas.

TRABAJOS

Para instalar el puente provisional se necesitó de un gran volumen de carga, piedras, áridos y tierra para estabilizar el terreno, además de aplanar algunos montículos, informó el representante de la Asociación de Mantenimiento Vial, José Olguín al periódico El Deber. El puente provisional tendrá 18,20 metros de largo, será de tres carriles de tres metros de ancho cada uno.

HARAKIRI

“En Bolivia se acostumbra intervenir solo cuando hay desgracias y no a prevenir, las carreteras son el mejor ejemplo (…) nos estamos haciendo un harakiri (suicidio)”, aseveró Melgar, quien manifestó que el puente San Pedrito no fue sometido a tareas de mantenimiento.

El puente estaba ubicado en el kilómetro 124 de la carretera Cochabamba-Santa Cruz y se desplomó el 27 de febrero mientras pasaba por su estructura un camión, dejando el saldo de un muerto. La crecida del río hizo que el caudal arrastrara piedras, lo que debilitó las columnas del puente, provocando su caída.

ENCLAUSTRADOS

Estamos enclaustrados no solo porque no tenemos acceso soberano al mar, sino también porque nuestras carreteras son cortadas por bloqueos o por la destrucción de la naturaleza. Si a ello sumamos los vetos a las exportaciones, tiene sentido repetir que nos estamos haciendo un harakiri (suicidio en japonés)” cuestionó Melgar.

Más adelante y en referencia de la productividad, añadió: “Estamos produciendo 15 millones de toneladas de alimento y se habla de 45 millones para el año 2015 de los cuales se propone que 24 millones sean para los bolivianos y 21 millones de toneladas se exporten, pero sin buenos caminos, si puentes, sin mantenimiento, ¿dónde y cómo vamos a transportar esos alimentos?”, se preguntó.