Desaparecen murales del centro histórico de Lima

(EFE).- Unos 60 murales realizados por artistas urbanos en el centro histórico de Lima empezaron a ser borrados por orden de la municipalidad de Lima, por un supuesto conflicto con la monumentalidad, en medio de las protestas de grupos ciudadanos y de la anterior gestión capitalina.

Una cuadrilla de trabajadores del municipio salió la noche del viernes con cubos de pintura para cubrir los murales realizados durante la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán y que fueron encargados a reconocidos artistas y a jóvenes aficionados.

La medida fue anunciada el jueves por el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, quien aseguró que a partir del viernes iban a “desaparecer todos los murales del centro histórico de Lima, porque así lo prescribe una ordenanza de 1994 y porque está también contenido dentro del acuerdo con la Unesco”, al declararla Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988.

Esa ordenanza municipal se refiere al cuidado de la calidad arquitectónica de los monumentos históricos y al permiso que se tiene que otorgar para el pintado en esos lugares.

No obstante, Castañeda remarcó el hecho de que algunos de los murales hayan sido realizados por Leonardo Fernández, un artista conocido como Olfer que se declaró simpatizante de Movadef, una organización vinculada al grupo armado Sendero Luminoso.

“Yo quiero preguntarme qué tiene que ver una propaganda política de asesinos con la preservación del medio ambiente. De dónde salen estos fondos, por qué se financia al Movadef”, expresó Castañeda.

Villarán respondió que los murales realizados por Olfer “no son una exhortación a la violencia sino a todo lo contrario, una exaltación a la identidad plural y diversa, que es india, indígena, y afroperuana”.

Durante toda la madrugada de ayer, los trabajadores municipales borraron 15 murales y, a lo largo del día, otras 30 pinturas realizadas en paredes de predios abandonados.

Uno de los primeros murales en ser borrado fue una pintura dedicada a Santa Rosa de Lima en el jirón Cailloma, así como imágenes de mujeres andinas con niños en el jirón Lampa.

Las redes sociales estaban plagadas de imágenes de murales hechos por artistas como Elliot Tupac y Entes, que los ciudadanos reclaman que no sean borrados.

Entre ellos están varios dedicados a la fallecida cantante criolla Chabuca Granda, que movilizó ayer a un grupo de ciudadanos para impedir que sea borrado de la avenida Emancipación con letreros que decían: “¡Fuera Castañeda, los murales se quedan!”.

Otros grupos de ciudadanos han convocado, a través de Facebook, a mantener una vigilia en otros puntos del centro para impedir el borrado de los murales, pero el jefe de la Dirección de Operaciones Ambientales de la municipalidad, Jorge Paurinotto, ha asegurado que “la ordenanza no discrimina, es de manera imperativa” y será ejecutada hasta el final.

Elliot Tupac rechazó los comentarios de Castañeda al decir que los murales “no van con el centro histórico”, e insinuar que eran antiestéticos.

“Lamentablemente, estoy seguro de que esta vez hubo revanchismo político y se utilizó el arte como una simple excusa”, dijo Tupac al semanario Somos.

El artista recordó que en 2013 se organizó el festival LatidoAmericano en el que fueron invitados 33 artistas a pintar murales en el centro histórico, entre los cuales estuvo el colombiano Guache quien pintó al indio Tupac Katari.

El regidor de la municipalidad, Augusto Rey, del movimiento Diálogo Vecinal de la exalcaldesa Villarán, coincidió en que se trata de “una mezquindad muy grande por borrar todo lo que se ha hecho en la anterior gestión”.

Rey declaró a Efe que desconocía las tendencias políticas de Olfer y que, de ningún modo, el municipio de Lima durante la gestión de Villarán ni ahora los regidores de su grupo, que componen la oposición, “podríamos ni podremos nunca avalar las acciones de un grupo subversivo o que actúe fuera de la ley y menos que represente la insania del terrorismo”.

El regidor dijo que la decisión de la eliminación de los murales es sumamente irresponsable y arbitraria, que desconoce “la potencialidad que tiene el arte urbano en los centros históricos en las grandes ciudades del mundo”.