CASOS INSÓLITOS

Uno de los mejores éxitos del célebre vidente polaco Ossowiecki fue el asunto de la Caja de Ahorros, de Varsovia. Habiendo desaparecido una cantidad importante de acciones dejadas por un cliente. Dos mujeres empleadas fueron consideradas responsables y despedidas sin las conside-raciones del caso.

Una de ellas, que conocía el don adivi-natorio de Ossowiecki lo visitó y le expuso la situación moral y material en que la había dejado el desdichado asunto. Ossowiecki consintió en ocuparse de él.

Su condición de vidente le aseguró en seguida la colaboración de la policía y de la Caja de Ahorros. Después de haber palpado las cajas en que habían estado depositados los títulos, Ossowiecki decla-ró con absoluta seguridad:

–Veo a un señor que entra en esta pieza; saca los documentos, pone algunos en su cartera y sale sin ser molestado. Debe ser un empleado, pues nadie se extraña de su presencia. Ahora veo perfectamente su rostro, si lo viera lo reconocería.

Al día siguiente, Osswiecki visitó las oficinas de la entidad financiera y recono-ció al culpable, a quien designó discreta-mente a la policía. Luego, una requisa efectuada en el domicilio del individuo permitió descubrir los documentos roba-dos.

De la revista ¡Aquí está!