Juan Carlos Zuleta Calderón
En un intercambio de opiniones sobre la decisión de Proterra, la principal fabricante de autobuses eléctricos de Estados Unidos, de usar baterías de litio óxido de titanio de Toshiba, publicado el año pasado en Green Car Congress.com, me quedé con la impresión de que nos estamos moviendo de hecho mucho más rápido de lo que se esperaba hace un par de años hacia la propulsión eléctrica. Hay muchas cosas que se puede decir con respecto a los autobuses completamente eléctricos.
En primer lugar, que utilizan una gran cantidad de litio, lo que implica que su despliegue masivo puede ser una gran noticia para el litio, así como para los fabricantes de baterías de ion-litio de todo el mundo. Entiendo que los autobuses de BYD necesitan alrededor de tres veces más litio que el Modelo S de Tesla. Como es bien sabido, algunas composiciones químicas de baterías utilizan más litio más que otras. Ese es precisamente el caso de Proterra, debido a que el tipo de baterías que Toshiba fabrica requiere litio no sólo para el cátodo y el electrolito de la batería, sino también para su ánodo.
En segundo lugar, como un comentarista sugirió en esa discusión, estas baterías tienden a ser más pesadas, así que esto nos debe llevar a la búsqueda de materiales más ligeros para las diferentes partes de este importante medio de transporte público. Aquí, sugerí que tal vez había llegado el momento del magnesio, a lo que otro comentarista respondió que el aluminio sería el material de elección debido a su reducido costo. No estoy tan seguro de eso, pero voy a esperar hasta ver qué resulta de una investigación pendiente que he estado llevando a cabo desde hace varios años en lo que se refiere a ese tema.
En tercer lugar, aprendí allí que los autobuses de BYD -que yo diría que cuestan alrededor de la mitad de los autobuses de Proterra- acaban de pasar la prueba de choque en los EEUU y se están preparando para otra más, antes de que se pueda autorizar su comercialización en el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo. Téngase en cuenta que BYD ya ha vendido 1.300 autobuses totalmente eléctricos en diferentes partes de la tierra.
Por último, tocamos el tema de recarga de los autobuses citadinos y aquí argumenté que los súper-súper recargadores inalámbricos (Véase mi anterior blog publicado en EVWorld.com en 2013) o simplemente los hyper recargadores inalábricos tendrían mucho sentido. ¿Por qué? Pues, debido a que los autobuses pasan de una estación a otra, sus baterías podrían recargarse de forma casi invisible en aquellas estaciones de parada mientras toman un par de minutos para recoger a los pasajeros.
El autor es Analista de la
Economía del Litio.
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