Caso Alexander
Personal del Servicio Departamental del Gestión Social (Sedeges), dependiente de la Gobernación paceña, quienes pidieron reserva sobre su identidad, demandan que se investigue la supuesta toma de declaraciones de una menor de 14 años, en el Instituto de Rehabilitación Infantil (IRI), el 29 de enero, sin requerimiento fiscal y sin la presencia de personal especializado, como establece el protocolo para este tipo de casos, considerando que el Ministerio Publico está “extralimitando sus funciones” en la investigación del caso Alexander. Edwin Blanco, parte de la comisión de fiscales de este caso, no afirma ni niega el extremo y asegura un trabajo serio.
Entre el malestar que aún existe sobre la intervención y la reestructuración en el Sedeges que tiene a su cargo los centros de acogida en La Paz, en los cuales, además, se teme un despido en masa o una renuncia colectiva, los dependientes de estas instituciones afirmaron que el 29 de enero, luego de hacer la notificación a la enfermera Roxana C. se procedió a la toma de declaraciones de una menor pero sin una orden.
Los testigos afirman que para dicha notificación se hicieron presentes tres fiscales de la comisión que investiga el denominado caso Alexander; Susana Boyan, Edwin Blanco y Leopoldo Ramos, junto a dos personeros de la Gobernación de La Paz, que no fueron identificados, todos se reusaron a registrarse.
Una vez dentro, notificaron a Roxana C. que luego se presentó, tres horas más tarde, en la Fiscalía para declarar sobre el tema, además de ser sometida a cámara Gessel (habitación con espejos falsos, que permite que otros observen la entrevista), no contó con abogado.
Luego de esta notificación, aun dentro el IRI, los tres fiscales habrían interrogado a una menor de 14 años, a la cual, se presume que el médico imputado por violación, Jhiery F., habría realizado una curación en el horario en que el Ministerio Público afirma que se dio el vejamen al bebé Alexander, lo cual resultaría determinante para su defensa.
“Es que parece amedrentamiento (por parte de los fiscales), porque cuando la niña miró a la enfermera, luego los fiscales le dicen ¿por qué te mira para responder? Como si ella estuviera ocultando algo (…), no han mostrado ningún documento”, relata la fuente.
Uno de los profesionales de esta institución sostiene que la actitud de la menor se explica de manera simple: entre la enfermera, los médicos y quienes la cuidan existe una relación afectiva, y cuando un grupo de extraños la interrogan, ésta busca seguridad en la persona más cercana.
SEDEGES NIEGA
El DIARIO buscó las declaraciones de las autoridades del Sedeges sobre estos extremos, calificados de “extralimitaciones” cometidos por el Ministerio Público. La directora del Sedeges, Marisabel Zubieta, negó el hecho de manera parcial.
Zubieta señaló que, según el informe, en esa fecha, sí se presentaron dichos fiscales, pero no ingresaron al IRI y que la notificación la hicieron en buenos términos y menos se interrogó a la menor.
Por su lado, el fiscal Edwin Blanco no negó ni afirmó el extremo y arguyendo la “reserva”, interpuesta por el juez, en este caso, señaló que se está haciendo una investigación “seria”, a pesar de que el periodista de EL DIARIO le explicó que no se buscaba los detalles de la declaración sino confirmar el hecho.
El personal, del IRI, pide que se investigue este caso, pues además de las notificaciones, los fiscales pudieron causar un daño emocional en la menor y critican el proceder de estas autoridades.
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