En un partido de ida y vuelta, el Tigre sacó de la galera su fútbol de fuerza y garra, para superar a la U.
JHONY MOLLINEDO
The Strongest dio muestras de que nunca baja los brazos, una vez más, con mucho coraje y pundonor sacó adelante el partido ante Universidad de Chile, al que finalmente superó por 5-3, en un lance de ida y vuelta jugado anoche en el estadio Hernando Siles.
Universidad fue un hueso duro de roer para The Strongest, que tuvo que remontar un marcador adverso y en el segundo tiempo metió dos estocadas finales que dieron fin con el cuadro chileno. El Tigre está en la lucha, llega a sumar seis puntos, los mismos que tienen Emelec e Internacional, que hoy se ven las caras en Manta, Ecuador.
Se esperaba un partido de ida y vuelta, bastante luchado y peleado, fue así, porque los chilenos no se vinieron con excusas, jugaron al fútbol e incluso abrieron el marcador, con tremendo trallazo de Leandro Benegas, a los 20 minutos.
El Tigre no bajó los brazos, herido en su amor propio, se fue con todo en procura del empate. Pero, fueron los mejores momentos de la U, que mediante Benegas estuvo a punto de aumentar en dos oportunidades. Sobre el final, volvió la vida a filas atigradas, porque un desborde de Soliz le permitió a Centurión anotar el empate, a los 45 minutos de juego.
En el segundo tiempo, el Tigre ingresó con todo, a los 50 minutos, logró el desequilibrio mediante Diego Wayar, que recibió un buen pase de Escobar y definió con clase (2-1). De nuevo, se planteó un partido de ida y vuelta, con Benegas y Ramallo llegando con opciones de gol, pero fue Cristaldo, quien a los 68 minutos anotó el tercero del Tigre, con un remate sutil de zurda. Pero, dos minutos después se vio lo mejor del partido, Ubilla marcó de cabeza el 2-3, tras un centro de Benegas (70’). Dos minutos después, fue el turno de Matías Corujo, quien recibió un buen pase de Ubilla y por encima del cuerpo de Vaca, logró anotar el empate transitorio (3-3).
Pero, no hubo tiempo para el festejo de los chilenos, porque un centro de Escobar, mal despejado por Rojas, le permitió a Martelli rematar de zurda para convertir el 4-3 de los atigrados, en medio de la algarabía total de los aficinados atigrados, que desbordaron de entusiasmo. Luego, hubo el desfase del juez Amarilla, que pitó primero un penal, por la visible falta de Rojas a Escobar, pero desde el costado le dijeron que no y revisó la medida, tras sacar la amarilla al capitán atigrado. Ya los chilenos estaban listos para la estocada final.
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